Aragón cerró 2022 con cifras muy positivas en lo que a el mercado inmobiliario se refiere. De hecho, la compraventa de viviendas en la región alcanzó en 2022 sus mejores cifras desde el año 2007, con más de 4.500 operaciones, y en el tercer trimestre del año registró un notable impulso de transacciones, siendo las de obra nueva las que más incremento experimentaron en el último ejercicio.

Con cifras tan positivas, el sector en la comunidad mira con optimismo los próximos meses, si bien también habrá que tener en cuenta la evolución de la inflación y las nuevas condiciones de los préstamos hipotecarios. A favor de los futuros propietarios juega una carta esencial: según Fotocasa, la rentabilidad anual de la vivienda en Aragón en 2022 se situó en un 6,4%, 0,9 puntos más que hace 5 años y 2,1 puntos más que hace una década. Adquirir una propiedad para ponerla en alquiler, supone también una rentabilidad del 6,4%. Por distritos, los de mayor rentabilidad son Las Fuentes y el Casco Histórico, ambos en Zaragoza, con un 6,8% de rentabilidad media.

Dentro del 66% de compradores que consideró el pasado año la posibilidad de adquirir una vivienda de obra nueva, el 52% fueron mujeres y el 48 % hombres, lo que establece porcentajes similares a los de años anteriores, según datos de Fotocasa.

Si se pone el foco en la edad, lo que se aprecia es que, conforme aumenta, baja el interés por la nueva construcción. El grueso de compradores que considera la obra nueva comprende los 25 y 44 años y la edad media de este target es de 40 años. Unos datos que reflejan cómo el ciclo vital influye en el proceso de compra de una vivienda, puesto que se trata de los años en los que es más frecuente dar pasos como independizarse, formar una familia o experimentar cambios en el plano laboral. Muestra de la importancia del ciclo vital es su situación de convivencia, puesto que la mayoría viven con su pareja e hijos (37%) o en pareja (35%). En este sentido, el portal inmobiliario destaca que, pese a que estas sean las dos opciones principales, en 2022 creció significativamente el volumen de compradores que vive solo: son el 12%.

En un 41% de los casos, los compradores de obra nueva contaban el año pasado con una vivienda en propiedad, lo que facilita la inversión exigida. En cambio, un 40% de dichos compradores residían en una casa de alquiler, según los datos. Por otro lado, la consideración de vivienda de obra nueva a la hora de comprar una casa o piso está relacionada, en seis de cada diez casos, con un índice socioeconómico alto o medio alto.

Por último, este tipo de adquisiciones de recién construcción tienen como finalidad convertirse en vivienda habitual en la amplia mayoría de los casos.