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mantener la piscina de casa evitando malgastar agua como clave para un verano responsable

Los graves efectos de la sequía que vive el país debido a la escasez de precipitaciones llevan a que este año se haga aún más necesario redoblar el esfuerzo para ahorrar la máxima cantidad de agua posible en las actividades de ocio.

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Se acerca el verano y, con él, surgen las ganas de buena parte de la población por bañarse en la piscina para lidiar con las elevadas temperaturas que trae consigo el periodo estival. Una actividad muy popular entre mayores y pequeños que tiene mucho peso en las casas. Así, según datos de la promotora inmobiliaria Kronos Homes, en España hay casi 1.300.000 piscinas, lo que supone aproximadamente una por cada cuarenta habitantes.

No obstante, contar con una instalación de este tipo exige una responsabilidad y cierto compromiso de mantenimiento con el fin de evitar los riesgos asociados –ahogamiento, lesiones por caídas, reacciones alérgicas o irritaciones, infecciones o accidentes–.

Asimismo, conviene tener en cuenta que la sequía está golpeando de forma intensa al país desde hace dos años, dejando escenarios tan preocupantes como los mínimos históricos que registraron las reservas de agua de Aragón el pasado mes de octubre. Un fenómeno que trae consigo graves consecuencias para la población, como la reducción de la capacidad de las plantas para producir oxígeno y filtrar el aire, lo que puede empeorar la calidad del aire y aumentar la concentración de contaminantes; el incremento del riesgo de contraer enfermedades transmitidas por el agua; o la pérdida de producciones agrícolas y tierras para el ganado.

Por todo ello, y debido a que estamos a poco más de un mes de que comience el verano, autoridades y expertos recomiendan extremar el ciudado a la hora de llevar a cabo actividades que impliquen el uso del agua, como lo son las relativas a la instalación y el uso de las piscinas en las casas.

En primer lugar, es importante evitar vaciar la piscina anualmente. Las tecnologías disponibles de tratamiento químico permiten su conservación durante varios años, impidiendo este importante consumo y haciendo que todo sea más fácil y rápido cuando el calor invite a poner la piscina de nuevo en marcha. Lo más recomendable es reservar el vaciado solo para situaciones que lo requieran, como reparaciones en el vaso o circunstancias excepcionales.

Hay que evitar vaciar la piscina anualmente, salvo para casos excepcionales o reparaciones en el vaso

Por otra parte, para minimizar la renovación del agua es esencial llevar a cabo un tratamiento adecuado, lo que puede lograrse mediante el uso de productos químicos o con la electrólisis salina –alternativa más ecológica que el cloro al generar su propio desinfectante a partir de la sal–.

Otra de las claves pasa por realizar una revisión anual de los equipos y programar un control regular de los parámetros del agua (como el nivel de pH y cloro). Así, se podrá garantizar que la piscina está en perfectas condiciones incluso durante cuando no se use. Un sistema automatizado para el tratamiento del agua permite ahorrar esfuerzo y tiempo, optimizar el consumo de productos desinfectantes y tener la seguridad de que siempre estará perfecta. Para garantizar la calidad del agua en invierno, se puede usar un producto de hibernación para la piscina, fácil de utilizar y que permitirá poder dejarla sin vaciar.

Químicos de alta calidad como el cloro 10 efectos, el cloro granulado, el floculante o los alguicidas facilitan un uso eficiente y responsable, mejorando la desinfección de la piscina y reduciendo el consumo de agua.

Llevar a cabo un tratamiento adecuado es clave para miniminizar la renovación del agua

En cuanto al ahorro de agua, destaca el vidrio filtrante, uno de los sistemas más eficaces y ecológicos que existen. Además de mejorar la calidad de la filtración, reduce el uso de productos químicos, empleando mucha menos cantidad de agua que los sistemas convencionales, al necesitar menos lavados y ser estos de menor duración. Además, puede eliminar las partículas más pequeñas.

También es efectivo a este respecto el limpiafondos automático, con el que el agua se devuelve a la piscina, ahorrando hasta un 20% en el lavado del filtro, además de en productos químicos.

¿Cuáles son los problemas más comunes?

El control del pH es un elemento muy importante en lo relativo al mantenimiento de una piscina.
El control del pH es un elemento muy importante en lo relativo al mantenimiento de una piscina.

Para disfrutar de un buen baño en la piscina de casa, esta ha de estar en perfectas condiciones, por lo que su mantenimiento es imprescindible. Lograr esos niveles de calidad requiere seguir una serie de pautas y recomendaciones y, aun así, pueden producirse algunos contratiempos.

Una de esas posibles situaciones adversas tiene que ver con el nivel de agua, que puede bajar por la evaporación normal debida al calor, por los propios bañistas o porque haya una fuga de agua. Si hay una pérdida por evaporación, la solución pasa por rellenar la piscina hasta llegar al nivel deseado. El problema se tendrá si la bajada de nivel se debe a una fuga en el vaso, en cuyo caso lo que se debe hacer es averiguar la causa y proceder a su reparación, para lo cual existen diversos productos en el mercado.

Por su parte, el control del pH es uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta en el mantenimiento de una piscina. El pH tiene que estar siempre entre 7,2 y 7,6, y se debe medir cada semana (especialmente en verano). Respecto a ello, pueden darse tres opciones. En primer lugar, que los niveles sean adecuados. En segundo, que la cifra esté por encima de 7,6, caso que se debe a un descenso del nivel del agua, a un exceso de bañistas, a la disminución del cloro o a la utilización de cloro líquido. También puede suceder si se tiene electrólisis salina y no se dispone de dosificador. Para solucionarlo, se tiene que bajar ese nivel con un reductor de pH. Por otro lado, cuando la cifra está por debajo de 7,2 el agua es demasiado ácida, algo que puede deberse al uso de cloro en tabletas. En este escenario, se ha de utilizar un incrementador de pH.

cloro

El exceso de bañistas, las altas temperaturas, la materia orgánica presente en el agua o las lluvias intensas también pueden reducir las cantidades de cloro efectivo. Con el fin de resolver este problema y preparar la piscina para la temporada de baño o desinfectarla se deben garantizar niveles de cloro óptimos de forma inmediata. Para ello, se tienen que hacer mediciones e incluso una cloración de choque, tratamiento que consiste en verter una cantidad mayor a la habitual de este compuesto (u otro desinfectante) a la piscina. La cantidad dependerá del tamaño de la piscina y las recomendaciones del fabricante, pero puede ser entre dos y cuatro veces la normal.

Asimismo, si se percibe que el filtro no filtra con la normalidad que debiera, puede ser a causa de que esté sucio, porque la arena esté en mal estado o también por una obstrucción en la salida del agua. La solución en este caso es limpiar a fondo el filtro, desincrustar y desinfectar la arena de este y/o comprobar que las válvulas de este elemento estén en la posición correcta.

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Este contenido ha sido elaborado por Aragón Media Lab, unidad Branded Content de Henneo.