Llevar la electricidad allí donde no llega la red

Suministrar luz en un hospital cuando hay un corte o proporcionar electricidad a una vivienda cuando una tormenta o un incendio la han dejado sin conexión a la red. Contar con un buen aire acondicionado y la nevera siempre a punto en una caravana. Disfrutar de un festival en el que las luces ayudan a crear un ambiente único con la música en directo.

Detrás de todas estas circunstancias que, a priori resultan tan diferentes, existe un nexo común: los generadores de energía. Todas cuentan con sistemas capaces de crear y llevar electricidad en aquellas circunstancias en las que la red no está disponible o se requiere más potencia.

Diferencias

Aunque generador eléctrico y grupo electrógeno son términos que habitualmente se confunden, no son lo mismo. El grupo electrógeno funciona a través de un motor de combustión –con diésel o gasolina– y un generador. Cuando el motor se pone en marcha, la energía que produce pasa a un alternador que genera corriente alterna y alimenta los aparatos electrónicos.

Al margen de los que funcionan mediante combustibles fósiles, que resultan los más comunes, existen otros tipos de generadores como los solares o los híbridos, que combinan motor de combustión y otra fuente de alimentación de origen renovable. Entre los más innovadores se encuentran los grupos electrógenos que funcionan con hidrógeno, propano o baterías de litio, representando una alternativa sostenible y eficaz.

Para elegir el grupo electrógeno adecuado, es necesario tener en cuenta tres factores básicos: la potencia, la frecuencia de uso y el servicio a cubrir. Otra de las características que es preciso tener en cuenta es el lugar donde va ubicarse, ya que el nivel de ruido que produce el generador, que depende del motor, el chasis y el nivel de insonorización, puede variar mucho, por lo que hay equipos que no son apropiados para emplear en un recinto cerrado.

Los grupos electrógenos también se pueden diferenciar según la tensión de la corriente que generan, dividiéndose en los monofásicos, ideales para el hogar; y los trifásicos, equipos de gran potencia que se emplean para uso industrial.

Por último, según su tamaño y capacidad, pueden dividirse en dos grandes grupos. Por un lado, están los generadores portátiles, ligeros y de poca potencia, destinados a uso particular. Por otro, los grupos industriales, más pesados y de mayor potencia, destinos a trabajos más complejos y grandes eventos.