Lagos e ibones de montaña con un aura mágica

IBÓN PIEDRAFITRA

Ubicado a los pies de la imponente montaña Peña Telera, un pico que forma parte de la sierra pirenaica de la Partacua, este ibón nos ofrece una de las vistas panorámicas más bonitas del Valle de Tena. Se puede llegar caminando desde el pueblo que le da nombre, Piedrafita de Jaca, a través de bosques, prados y barrancos de enorme belleza.

IBÓN DE PLAN

Enmarcado entre montañas de piedra caliza adornadas con bosques de pinos negros y verdes, este bucólico paraje natural es considerado uno de los lagos glaciares más bellos del Pirineo. Subir caminando desde Plan hasta este ibón resulta una experiencia increíble. Cuenta la leyenda local que, en la noche de San Juan, emerge de las aguas la figura de una princesa árabe que realiza una danza mágica con serpientes rodeando su cuerpo.

LAGO DEL ESPEJO

Entre abruptas sierras del Sistema Ibérico, el parque natural del Monasterio de Piedra, en la localidad de Nuévalos, alberga un paraíso natural lleno de cascadas, grutas, estanques y lagos. Uno de los rincones más emblemáticos es el llamado lago del Espejo, cuyas aguas transparentes reflejan sus alrededores mientras dejan ver el fondo habitado por truchas y barbos.

LAGUNA DE GALLOCANTA

Situada en un páramo a más de 1.000 metros de altitud, la laguna de Gallocanta es el principal humedal salino de Europa Occidental. Se trata de un auténtico paraíso ornitológico y el lugar elegido por la grulla común para hacer un alto en el camino en sus flujos migratorios. Cada invierno, se cuentan por miles las grullas que pisan la laguna, llegando a contabilizarse hasta 60.0000. Existen diversas rutas para hacer a pie o en bicicleta, miradores y un museo de aves.