La plaza de España de Alcañiz alberga uno de los conjuntos arquitectónicos más espectaculares de Aragón. Sin embargo, pocos conocen que bajo la misma se encuentra toda una estructura de pasadizos subterráneos que uno no puede perderse si visita la ciudad. Y es que la tradición asegura que el subsuelo del municipio estaba surcado por una intrincada red de galerías y pasadizos subterráneos que comunicaban entre sí los principales edificios de la población. Hoy se puede atestiguar que bajo su suelo se conservan todavía estructuras pertenecientes a distintos momentos y que han tenido un uso muy diverso: bodegas, galerías, pasadizos, caños, aljibes, trujales o pozos.

El acceso directo a la nevería y a los pasadizos habilitados para su visita se realiza a través de la Oficina Municipal de Turismo. El visitante inicia su recorrido por medio de una escalera excavada en la roca. El primer espacio con el que se encuentra es la bodega. Su función principal era la de sala o almacén de alimentos, y hoy acoge una pequeña exposición sobre la nevería y la historia del comercio en Alcañiz. Unos peldaños más abajo se alcanza la nevería, que consiste en una sala de grandes dimensiones destinada a guardar la nieve para su comercialización. Su construcción está vinculada a la de la Lonja gótica, y fue declarada BIC en 2021.

Desde la nevería parten tres pasadizos subterráneos que se han acondicionado para su visita. Dos de ellos atraviesan la plaza de España, uno en dirección hacia la calle de Alejandre y otro con salida al patio interior de la Casa Consistorial. El tercero de ellos recorre el tramo de la calle Mayor, con salida a la plaza de Cabañero. En su trayecto podemos observar una gran cisterna o aljibe y una bodega perteneciente al palacio de los Ram.

Visitar estas estructuras subterráneas es conocer Alcañiz con otros ojos.

Paco Climent (CAMCBA)

Por su parte, si ha conocido el subsuelo de Alcañiz, el visitante no puede marcharse sin subir a la última planta de la Torre Gótica de la Iglesia Santa María La Mayor, también llamada Torre de La Concordia. El acceso a través de sus 171 escalones bien merece una recompensa, la de una vista panorámica única y privilegiada de la ciudad y sus alrededores.

Esta torre es el único vestigio que queda del antiguo templo gótico. Se trata de una gran estructura prismática de planta cuadrada, en cuatro pisos, en la que destacan sus estilizados ventanales y curiosas gárgolas. Tuvo varias fases constructivas, iniciándose la primera a mediados del siglo XIV y la última en el siglo XVI, quedando inconclusa.

- Más información: www.alcaniz.es / turismo@alcaniz.es / 978 831 213.