Las empresas productoras en España están sujetas a múltiples normativas medioambientales en referencia al tratamiento de residuos y a los envases y embalajes industriales y comerciales. La RAP (Responsabilidad Ampliada del Productor) exige a las empresas productoras que asuman la obligación financiera y operativa de recoger, reciclar o valorizar los envases, embalajes y otros productos que ponen en el mercado, promoviendo así una economía circular y un menor impacto ambiental.

La circularidad y la reutilización de palés y embalajes es crucial para la sostenibilidad y la eficiencia en las operaciones logísticas. En este sentido, el Grupo Querqus se ha convertido en un referente nacional en proporcionar a sus clientes servicios de valor que les faciliten el logro de sus objetivos medioambientales y el complejo cumplimiento normativo. Se trata de una empresa habilitada como gestor y agente de residuos no peligrosos que ofrece robustez con una amplia red colaborativa e innovadora a nivel europeo, que incluye el trabajo con varios Scrap (Sistemas Colectivos de Responsabilidad Ampliada del Productor).

Los envases y embalajes que se utilizan en los movimientos de mercancías son clave para la eficiencia logística, pero también para el desarrollo sostenible del comercio y de la industria.

Innovación y sostenibilidad

Querqus recupera, reutiliza y recicla palés y embalajes y, al reacondicionarlos, se prolonga su vida útil y se reduce la huella ambiental. Actualmente, la organización está inmersa en varios proyectos de innovación, por ejemplo, a través de Alia, Clúster de Logística de Aragón, para lograr sistemas que garanticen la necesaria trazabilidad de los palés incorporando tecnologías disruptivas.

El grupo fabrica, distribuye, recupera y recicla estos componentes industriales y comerciales logísticos desde hace casi 30 años a través de sus seis centros propios por toda la península y en las islas. Su sede central está en el PTR (Parque Tecnológico del Reciclado) de la Cartuja, en Zaragoza, donde acaban de adquirir 15.000 metros cuadrados de terreno industrial colindante para seguir creciendo.

Cabe destacar que los beneficios medioambientales que conllevan estas prácticas son notables. Ejemplo de ello es la reducción de emisiones pues, al reciclar y reutilizar palés, se disminuye la necesidad de nuevos recursos y se optimiza la cadena logística. Así, la empresa contribuye a reducir la huella de carbono y las emisiones asociadas.

Unas acciones que reflejan que la circularidad, la recuperación, la reparación y el reciclaje de estos materiales son esenciales para la cadena de valor de los embalajes logísticos en la industria.