agenda 2030
La clave para acabar con la precariedad laboral
El Objetivo de Desarrollo Sostenible 8 de la Agenda 2030 persigue promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible; el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos los ciudadanos.
El pasado 7 de octubre, con motivo de la celebración de la Jornada Mundial por el Trabajo Decente, la Fundación de Fomento de Estudios Sociales y Sociología Aplicada (Foessa), entidad promovida por Cáritas, revelaba que 7,8 milllones de personas en España se encontraban en situación de inestabilidad laboral grave, que afecta a aquellas personas que han estado desempleadas durante 3 meses o más, que han contado con 6 o más contratos, que han sido contratados por 3 o más empresas o que trabajan sin contrato ni prestaciones a la Seguridad Social.
Según el informe de Foessa, el mercado laboral español lleva años presentando una alta variabilidad del empleo frente al ciclo económico, un elevado nivel de desempleo que se mantiene incluso en los períodos de crecimiento, y una elevada precariedad laboral en sus distintas dimensiones (inseguridad, desprotección, bajos salarios, malas condiciones de empleo); elementos que constituyen un mercado laboral contrario al trabajo decente y con altos niveles de precarierdad.
Esta situación de vulnerabilidad laboral afecta especialmente a ciertos sectores, como son la hostelería, el turismo y los servicios auxiliares –que dependen de la estacionalidad y de la coyuntura socio-económica como se ha visto con la pandemia actual, cuyos trabajadores tienen unos sueldos un 40% más bajos que la media de los trabajadores del país–; y a las mujeres, en cuyo caso cabe destacar la importante desigualdad salarial existente con respecto a los hombres, que supone una ganancia media inferior del 21% entre estas.
Retos y metas
El trabajo decente es crucial para el desarrollo sostenible, tal y como establece el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) número 8, que plantea "promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos".
Mejorar las condiciones laborales y aumentar la productividad laboral, reducir la tasa de desempleo, especialmente para los jóvenes y mayores sin formación, y mejorar el acceso a los servicios y beneficios financieros son componentes esenciales de un crecimiento económico inclusivo, además de las principales metas que se persiguen alcanzar con este objetivo.
Para lograrlo, la Agenda 2030 apunta a la diversificación, la modernización tecnológica y la innovación, entre otras cuestiones, centrándose en los sectores con gran valor añadido y un uso intensivo de la mano de obra.
Otra de las metas establecidas para acabar con las desigualdades laborales pasa por mejorar progresivamente la producción y el consumo eficientes de los recursos mundiales y procurar desvincular el crecimiento económico de la degradación del medioambiente, conforme al Marco Decenal de Programas sobre modalidades de Consumo y Producción Sostenibles, empezando por los países desarrollados.
También se contempla la promoción de políticas orientadas al desarrollo que apoyen las actividades productivas, la creación de puestos de trabajo decentes, el emprendimiento, la creatividad y la innovación, y fomentar la formalización y el crecimiento de las microempresas y las pequeñas y medianas empresas, incluso mediante el acceso a servicios financieros.
A estas disposiciones, se añade la protección de los derechos laborales y promoción de un entorno de trabajo seguro y sin riesgos para todos los trabajadores; y la adopción de medidas inmediatas y eficaces para erradicar el trabajo forzoso, poner fin a las formas contemporáneas de esclavitud y la trata de personas y asegurar la prohibición y eliminación de las peores formas de trabajo infantil.
