¿Cuál es el estado de salud de Aragón en materia turística?

Estamos de enhorabuena y podemos decir que somos la segunda comunidad de interior más visitada de España, después de Madrid. Hemos superado a Castilla y León, ya que siempre habíamos sido los terceros, y vamos a intentar conseguir mantenernos ahí e incluso superarnos y llegar a los 4 millones de visitantes. Estamos cerca de esa cifra y otro dato importante es que en el primer trimestre del año hemos subido en 100.000 personas con respecto a 2023. Por lo tanto, vamos en ese camino. Esperemos que esto tenga una continuidad, que acompañe el tiempo en el verano y que no sea muy caluroso en el Pirineo, y seguramente lo podremos sobrepasar.

La Comunidad batió en 2023 su propio récord turístico, alcanzando los 3.817.659 visitantes frente a los 3.810.445 de 2019. ¿Hay margen de mejora?

Realmente ese margen de mejora se habría dado si la temporada de nieve hubiera sido excepcional, aunque el final de la misma sí que fue bueno. Aun así, creo que tenemos capacidad de mejora, aunque todo depende de la climatología como digo, pero sí que vemos muchas posibilidades de poder llegar a esa cifra de los 4 millones de turistas.

¿Cuáles son sus puntos fuertes? ¿Y los aspectos en los que se ha de mejorar?

Menos playa tenemos de todo: patrimonio, cultura, naturaleza, gastronomía, vino… Y lo que hay que mejorar es la promoción, que ya lo estamos haciendo, como lo demuestra la gira por Latinoamérica que llevamos a cabo recientemente para atraer a visitantes de allí y que está siendo un éxito. Hemos acertado además con las rutas de las iglesias históricas, que están completas y hemos tenido que renovar el acuerdo con el Arzobispado y el Cabildo; y también con los bonos turísticos que sacamos para las hospederías, que están funcionando muy bien. Estas medidas y otras muchas más que estamos implementando, como incidir en la gastronomía, van a llevar a que potenciemos mucho más la Comunidad.

Precisamente, ‘Aragón, mil sabores y un destino’ fue el lema de la campaña que se llevó a Fitur. ¿En qué medida influye la gastronomía en esta actividad?

Su importancia se refleja en que casi el 35% del gasto del turista va encaminado a la gastronomía. En la actualidad, hemos superado muchas cosas que antes veíamos como secundarias, como estar de viaje y comerse un bocadillo, que está muy bien y se sigue haciendo, pero es cierto que ir a un lugar porque sabes que vas a comer muy bien se ha convertido ya en un reclamo muy importante para el turista. Entre los dulces de Huesca, lo salado de Teruel, con ejemplos como el jamón y las trufas, y las tapas de Zaragoza, todo ello unido a nuestros restaurantes con estrella Michelin, vamos a hacer que Aragón sea uno de los destinos gastronómicos preferidos.

¿De dónde proceden las personas que vienen al territorio? ¿Qué es lo que más visitan?

En el ámbito nacional, los que más nos visitan son valencianos, catalanes, madrileños, navarros, vascos y castellanos. Y en el internacional, franceses, belgas, holandeses y europeos en general, también norteamericanos y latinoamericanos. Lo más visitado es el Pirineo, por motivos obvios, y también Zaragoza, que con su poderío congresual se está empezando a animar; y, cómo no, el Matarraña, que ya se ha quedado con un estilo de turismo de muy alta calidad. Además, destacan los 13 de pueblos incluidos en la lista de los más bonitos de España con los que contamos.

¿Qué otras medidas se van a plantear desde el Ejecutivo autonómico para impulsar al sector?

Con todos los planes extraordinarios que estamos llevando a cabo con fondos MRR de la Unión Europea estamos dinamizando todo Aragón, y en dos años vamos a ver un vuelco absoluto en el ámbito turístico. Se trata de 28 planes de sostenibilidad turística en destino que van a modernizar las comarcas notablemente para que sean un acicate para que venga el turismo, con acciones sobre vías verdes, ecoturismo, gastroturismo, enoturismo o cicloturismo, entre muchos otros campos. Asimismo, cabe subrayar el Plan Pirineos, con el que se van a invertir 250 millones de euros en ocho años y que va a suponer una gran transformación, permitiendo desde toboganes en Panticosa, hasta las telecabinas en Benasque, pasando por la unión de las estaciones de Astún y Candanchú. Un proyecto que, además, no solo toca el turismo, sino que conlleva mejoras muy importantes en comunicaciones, transportes, educación o cultura.

Aránzazu Navarro.

¿Qué objetivos se marcan para el Aeropuerto de Zaragoza?

Junto con Aena, el Ayuntamiento y el propio aeropuerto estamos manteniendo reuniones para conseguir tener alguna base allí. Conseguirlo supone tener un millón de pasajeros al año y dos aviones fijos. Sería interesante que pudiesen venir Volotea, Ryanair, Vueling o Air Europa, cualquier compañía será bienvenida, y estamos negociando con todas ellas para convencerles de las posibilidades que pueden tener si vienen a un lugar como Zaragoza, pues el valle del Ebro tiene a 300 kilómetros de distancia una población con una de las rentas per cápita más altas de España. Además, queremos intentar establecer unos accesos cómodos desde la Estación Delicias hasta el aeropuerto, ya que si logramos eso podríamos considerar a Zaragoza como un segundo aeropuerto de Madrid o de Barcelona, pues el tiempo que se tarda en llegar a estas ciudades en AVE es poco.

¿Qué retos se marca el Ejecutivo autonómico en el ámbito para esta legislatura?

Los tres ejes de la sostenibilidad, el social, el medioambiental y el económico, son los más importantes para nosotros, y sobre esto van a girar nuestras políticas. Además, otros retos son consolidarnos como la segunda comunidad de interior más visitada, abrir el mercado turístico a países que no hemos explorado, estar presentes en las ferias internacionales, crear una marca gastronómica para el territorio y vendernos mucho mejor de lo que lo hemos hecho hasta ahora.