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especial energías renovables

Inteligencia artificial para revolucionar la producción de energía verde y reducir costes

La IA apuesta por cambiar el panorama del sector con aplicaciones que aumentan la eficiencia del servicio y disminuyen sus costes, lo que repercutirá en la factura energética, aunque su implantación real implica superar una serie de desafíos.

La energía verde tiene un aliado en la inteligencia artificial, que ofrece múltiples ventajas.
La energía verde tiene un aliado en la inteligencia artificial, que ofrece múltiples ventajas.
Pixabay

La inteligencia artificial está revolucionando el mundo y el sector de las energías renovables no es una excepción. Varias son las aplicaciones de esta tecnología que pueden implantarse en una actividad que cada día está más en boga por la necesidad de cuidar el planeta.

La transformación que están sufriendo las fuentes de energía verde gracias a la inteligencia artificial es innegable. La eficiencia es el primero de los puntos en los que se nota esta influencia de la tecnología. La gestión energética eficiente resulta crucial para garantizar un suministro constante y confiable de energía respetuosa con el medio ambiente y esta nueva tecnología permite analizar grandes cantidades de datos en tiempo real y tomar decisiones basadas en patrones y tendencias reales. Además, los algoritmos permitirán predecir con precisión las pautas de consumo, lo que ayudará a identificar oportunidades de ahorro y optimizar el uso de los recursos disponibles, reduciendo los costes.

Que las redes se conviertan en inteligentes es otra de las aplicaciones de la inteligencia artificial en la generación de energías renovables. La IA permitirá realizar análisis en tiempo real, equilibrar la oferta y la demanda de energía, detectar errores o fraudes, y optimizar el voltaje. Otra de las aplicaciones es la gestión eficiente de las caídas del servicio, la optimización de la distribución de energía y la parametrización del comportamiento de ciudades o clientes específicos. Además, es posible que facilite una apuesta por la descentralización de sistemas energéticos, lo que permitirá la creación de plataformas de comercio de energía de persona a persona, consiguiendo que individuos y empresas participen en los mercados energéticos locales.

El mantenimiento de las infraestructuras también se puede mejorar gracias a la IA, ya que en este sector se puede usar para controlar el estado de los componentes de las infraestructuras y alertar sobre los fallos que pueda haber antes de que ocurran, circunstancia que hará que se minimicen las interrupciones del servicio y se reduzcan los gastos en el mantenimiento de las instalaciones.

La inteligencia artificial también permitirá ahorrar energía con el consiguiente beneficio económico para las familias y las empresas. Esto es así porque al comprobar los patrones de los consumidores, las empresas dedicadas a suministrar energía limpia podrán sugerir medidas para reducir el consumo innecesario. Algunas de esas medidas pueden ser: realizar ajustes automáticos de temperatura, control de iluminación inteligente o gestión eficiente de electrodomésticos. El resultado será un uso más racional de la electricidad o el agua que se emplean a diario en los hogares y empresas.

Retos

Las perspectivas son prometedoras, pero este futuro tiene ciertos riesgos que es necesario tener en cuenta. El primero es la seguridad de los datos. Las empresas deben cumplir con la normativa relacionada con la privacidad de la información proporcionada. Además, deberán poner los medios necesarios para evitar brechas de seguridad.

Por otro lado, se encuentra el reto de la complejidad y el coste de la implementación. Es necesario realizar una actualización de las infraestructuras existentes. Asimismo, se debe capacitar a los empleados para que puedan usar la tecnología.

La dependencia tecnológica que se producirá también se debe tener en cuenta a la hora de implantar la inteligencia artificial. Las organizaciones deben diversificar las soluciones tecnológicas que utilizan.

Por último, se presentan diversos problemas morales y éticos relacionados con la IA. El primero es la equidad y el acceso a la misma, ya que se pueden generar desigualdades. Por otro lado, es importante que las organizaciones creen marcos éticos y mecanismos de rendición de cuentas por su surge algún tipo de problema con esta tecnología.

Tecnologías útiles más allá de la IA

El ‘blockchain’ es una base de datos compartida en la que la información está almacenada en departamentos. Esta tecnología también puede revolucionar las energías renovables al mejorar la transparencia y la trazabilidad de la generación y el consumo de energía ya que su principal uso es para rastrear y verificar el origen y el consumo, lo que permitirá comprobar que no se mezcla la energía procedente de fuentes renovables con otra que no tiene un origen sostenible. Esto significa que los consumidores podrán verificar de forma totalmente segura que la energía que reciben es 100% verde. También pueden facilitar la implementación de sistemas de transacciones energéticas ‘peer-to-peer’ (P2P), permiten a los consumidores vender y comprar energía renovable directamente entre sí, lo que ayudará a aumentar la eficiencia.

La realidad virtual tiene asimismo mucho que decir en el desarrollo de las energías limpias. Los profesionales podrán usarla para acceder a información de difícil acceso que hará posible mejorar el servicio.

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