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El reto de reducir la huella de carbono para tener un planeta mejor

Empresas, instituciones y particulares apuestan cada vez más por la descarbonización, pero aún queda mucho camino por recorrer en materia de reducción de emisiones, un ámbito que influye directamente en el calentamiento global y en el que todo el mundo puede contribuir con sus actividades cotidianas.

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Apesar de que, en ocasiones, pueda pensarse que la descarbonización es un objetivo que deben perseguir principalmente las grandes organizaciones o las administraciones públicas, los expertos en la materia insisten con frecuencia en que cada persona puede contribuir a mejorar el planeta con sus acciones cotidianas.

No en vano, estas ocupan un lugar destacado en el volumen total de gases de efecto invernadero que se generan diariamente. Conviene tener en cuenta que cada vez que viajamos en coche, compramos unas zapatillas, horneamos una pizza, cargamos el teléfono móvil o ponemos una lavadora, entre otras miles de rutinas, dejamos atrás una estela de gases que se acumulan en la atmósfera y que influye directamente en el calentamiento global.

Por ello, los profesionales del ámbito recomiendan tener presentes una serie de sencillas pautas para tratar de reducir esa huella de carbono y hacer más sostenible el día a día. Ejemplo de ello es reducir la utilización de la secadora de ropa, que produce una gran cantidad de CO2. Los tendederos y los ‘rack’ de secado son los mejores aliados para ser responsables en este plano.

Otro caso tiene que ver con el cargador del móvil. Cabe subrayar que aunque no se esté usando, si se deja conectado sigue consumiendo energía y contribuyendo al cambio climático, por eso reciben el nombre de vampiros de energía. Lo mismo pasa con otros aparatos similares como la pantalla de televisión o el ordenador. La mejor opción para solventarlo es utilizar el mayor número posible de regletas de enchufes, con las que se pueden desconectar todos los dispositivos en un solo movimiento.

Coger la bicicleta en lugar del coche, desenchufar el cargador del móvil y reciclar son algunas de las claves.
Coger la bicicleta en lugar del coche, desenchufar el cargador del móvil y reciclar son algunas de las claves.

Por otro lado, escoger la bicicleta o el transporte público para los desplazamientos que no hagan imprescindible el uso del coche es otra de las claves. En el primer caso, además, se contribuye a que mejore la salud propia, al constituir una práctica deportiva que reporta importantes beneficios.

Plásticos

A partir del 1 de enero de 2030, la Unión Europea prohibirá el uso de algunos tipos de plásticos para frenar el aumento constante de estos residuos que se está produciendo en multitud de países. El Parlamento Europeo, respondiendo a las expectativas ciudadanas de construir una economía circular, ha aprobado una nueva legislación que no solo fomenta los envases reciclables, sino que también impedirá el uso de algunos plásticos de un solo uso con el objetivo de conseguir reducir su producción progresivamente: un 5% en 2030, un 10% para 2035, y un 15% en 2040.

Los plásticos que recojan frutas y verduras sin procesar, los de alimentos y bebidas que se sirven en cafeterías y restaurantes, los de porciones individuales (condimentos, salsas, cremas...), los envases pequeños de productos de higiene personal y las bolsas de plástico de menos de quince micras quedarán restringidos a partir de entonces. Entre tanto y a la espera de que se tomen más medidas al respecto, usar cajas cartón o bolsas de tela al hacer la compra se ha convertido en una medida cada vez más necesaria.

Una recomendación importante a este respecto es la de comprar un termo y llevar en él las bebidas que se quieren consumir cada día. Así, además de evitar los plásticos, se podrá ahorrar dinero y controlar mejor la calidad de los líquidos que se ingieren, además de que se reducirá el riesgo de adquirir bebidas que no sean saludables.

El Parlamento Europeo ha aprobado una legislación que prohibirá algunos
plásticos de un solo uso

En relación a ello, destaca igualmente el popular concepto de las ‘tres erres’: reducir, reutilizar y reciclar, un mensaje que va calando de forma creciente en la sociedad, pero con respecto al cual queda mucho camino por recorrer hasta lograr cifras que permitan cumplir el objetivo que se ha marcado la Comisión Europea de que el 55% de los residuos urbanos generados sean reutilizados o reciclados en 2025.

En este sentido, Aragón recogió en 2023 un total de 38.639 toneladas de plástico, metales, papel y cartón, según datos de Ecoembes. Por su parte, desde Ecovidrio se ha indicado que los aragoneses depositaron durante el pasado ejercicio en los contenedores verdes de la región 19.904 toneladas de envases de vidrio. Ambas cifras están levemente por debajo de lo registrado en años anteriores, lo que también se explica por la caída del consumo.

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Este contenido ha sido elaborado por Aragón Media Lab, unidad Branded Content de Henneo.