Egresados con una alta tasa de empleabilidad

Más de 15.000 personas se encuentran matriculadas en el grado en Química de alguna de las universidades españolas que lo ofertan, así lo indica el primer informe sobre el estado de los estudios de ‘Química en la Universidad Española’ en el que han participado un total de 36 de los 37 centros en los que se imparten este tipo de enseñanzas. Por lo que respecta a los egresados, son 2.196 los que pueden decir que cuentan con una titulación en Química, apreciándose una tendencia al alza en la demanda de esta formación, ya que el análisis revela que se han creado 4.476 plazas nuevas en España en los últimos años.

La gran demanda de plazas en el grado en Química se debe, en gran medida, a la alta empleabilidad que tienen estos estudios en un momento en el que el mercado laboral se encuentra en una situación compleja. El número de egresados que obtienen su primer empleo tras su formación es considerable, puesto que el 80% acceden al mercado laboral tras finalizar su formación y el 60% encuentra su primer empleo antes de los seis meses tras haber concluido su periodo universitario.

Las actividades realizadas por los estudiantes también son analizadas en el informe. Por ejemplo, del mismo desprende que el 65% están empleados en trabajos relacionados con el campo de la profesión de químico. Sin embargo, los datos dejan de ser tan positivos si nos fijamos en la estabilidad en la contratación. Si bien el 95% ejercen actividades laborales en diferentes entidades públicas o privadas, el resto ejercen la profesión por cuenta propia y solo el 25% tienen un contrato estable.

El sueldo medio del profesional del sector oscila entre los 1.200 y los 1.500 euros al mes, y la presencia de mujeres se sitúa en torno al 54% de todas las facultades.

Retos

Más allá de arrojar datos, el estudio pone de manifiesto los temas en los que se debe de centrar el sector químico dentro del ámbito universitario. El primero de ellos es el de la comunicación, es decir, los egresados deben saber transmitir a la sociedad de forma clara y, a la vez, rigurosa lo que realizan.

Intrínsecamente unido está combatir lo que vienen a llamar ‘quimicofobia’. La estrategia es resaltar las bondades de estos estudios, para lo que creen oportuno la actualización de la formación en competencias transversales y ‘soft skills’ como la resiliencia, el compromiso, la flexibilidad, la mentalidad de crecimiento, el aprendizaje constante e independiente y la creatividad; así como aumentar los contenidos de criterio científico. n