Cada vez son más las voces expertas que señalan la estrecha relación entre las alteraciones del medio ambiente y la aparición de nuevas pandemias de origen zoonótico, es decir, aquellas transmitidas de los animales a los seres humanos. Así lo concluye también el informe ‘Prevenir la próxima pandemia: Zoonosis y cómo romper la cadena de transmisión’, elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y el Instituto Internacional de Investigaciones Pecuarias (ILRI) tras la primera oleada del coronavirus.

Dicho estudio establece siete factores que favorecen el surgimiento de nuevas pandemias zoonóticas, todos ellos consecuencia de la forma en que los seres humanos nos relacionamos con el medio ambiente.

El primero es el mayor consumo de proteínas de origen animal, especialmente en ciertas zonas de Asia y África en las que existe un elevado crecimiento poblacional. Como consecuencia de lo anterior surge el segundo factor: el aumento de la ganadería intensiva para abastecer las crecientes necesidades alimentarias, que da lugar a un mayor número de animales muy homogéneos genéticamente. Esto reduce la resistencia de dichos animales a las enfermedades, ya que cuanto mayor es la diversidad genética en una población, más probable es que haya individuos que resistan mejor las infecciones. Asimismo, en este tipo de explotaciones, los animales suelen encontrarse en condiciones sanitarias inadecuadas y con muy poco espacio entre ellos, lo que favorece la transmisión de infecciones de unos a otros. Además, en los países menos desarrollados las granjas se localizan muy cerca de las ciudades, lo que aumenta la interacción entre animales y humanos y, por tanto, el riesgo de contraer enfermedades.

En tercer lugar, destaca la creciente utilización de especies animales silvestres para el consumo alimentario y la investigación médica, así como su adopción como mascotas. Por su parte, el cuarto desencadenante alude a la invasión de los hábitats en los que viven estos animales salvajes como consecuencia del crecimiento de los entornos urbanos y la explotación excesiva de los recursos naturales, lo que tiene consecuencias especialmente negativas cuando se hace de forma apresurada y poco planificada.

Como quinto factor identifican la globalización y el mayor tráfico de personas por todo el planeta, lo que provoca que la transmisión de las enfermedades sea en ocasiones más rápida que las medidas de contención, como ocurrió durante la pandemia de covid. Del mismo modo, también existe una mayor diversificación en las cadenas de suministro de alimentos –el sexto factor señalado–, lo que en muchos casos dificulta la identificación de la procedencia de los mismos, especialmente en las ciudades con un gran crecimiento de población que necesitan un mayor suministro de alimentos, lo que genera que las cadenas de suministro no siempre cumplan con las medidas de seguridad y salud adecuadas.

Por último, el informe apunta hacia las negativas consecuencias del cambio climático, que facilita la proliferación de ciertos patógenos debido a los climas cada vez

Medidas contra futuras pandemias

El informe ‘Prevenir la próxima pandemia: Zoonosis y cómo romper la cadena de transmisión’ propone diez soluciones que pueden aplicar los gobiernos y las grandes empresas para evitar nuevos brotes zoonóticos.