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responsabilidad social corporativa

Buenas prácticas para todo tipo de organizaciones

También las pequeñas empresas destinan sus esfuerzos a implantar medidas que impacten positivamente en el entorno y en su población.

Evitar el uso de plásticos, reciclar los materiales y reducir los residuos son medidas de sostenibilidad económica que pueden aplicarse en cualquier organización.

Es común asociar las políticas de responsabilidad social corporativa con la actividad de las grandes empresas. Quizá debido a sus impactantes campañas de publicidad, o a los patrocinios de populares citas deportivas y culturales o, incluso, a la conocida labor de muchas de sus fundaciones; pues todas ellas suelen ser acciones de gran repercusión mediática.

Sin embargo, el manual de buenas prácticas que implica ser una empresa responsable se asume también en el caso de las pymes y microempresas que, del mismo modo, encuentran en estas políticas de sostenibilidad económica, social y medioambiental una oportunidad de crecer y de ser más competitivas en el mercado.

Así, el compromiso con la salud del planeta puede articularse en gestos como el reciclaje y la reducción de residuos, el ahorro energético o la optimización de recursos. Optar por materiales orgánicos frente a plásticos, minimizar el uso del papel o apostar por un transporte menos contaminante y una producción más limpia son medidas que, igualmente, contribuyen a construir una economía circular por pequeña que sea la organización que las lleve a cabo.

En cuanto al funcionamiento interno, no es preciso contar con plantillas numerosas para procurar el bienestar de las personas que trabajan en la empresa. Las facilidades en la conciliación con la vida familiar y personal, así como la flexibilización de los horarios representan ejemplos de prácticas responsables. Por otra parte, el cumplimiento de la legalidad, la transparencia en las operaciones y la buena comunicación con empleados, proveedores y clientes son consideradas también cuestiones éticas de gran valor en el día a día de cualquier empresa.

La unión hace la fuerza

Las pymes y los autónomos pueden, por otra parte, contribuir de manera significativa a sus comunidades mediante donaciones, acciones de voluntariado o brindando apoyo a diversas causas locales. A este respecto, establecer alianzas con organizaciones locales debe valorarse como una interesante alternativa para desarrollar proyectos que beneficien al entorno e impactar de forma más relevante, ya sea a través de programas educativos, de salud o de apoyo a grupos vulnerables, entre otros.

Desde las administraciones se ponen en marcha programas de formación, certificaciones y recursos varios que acompañan a las pequeñas y medianas empresas en su camino hacia la implantación de criterios de responsabilidad social. Esto facilita su tránsito por un concepto transversal para cualquier estrategia empresarial y necesario para seguir creciendo en un mercado global. 

REALIZADO POR AML
Este contenido ha sido elaborado por Aragón Media Lab, unidad Branded Content de Henneo.