Collares con GPS para los corzos en Alcañiz para evitar que mueran ahogados en canales
Algunas primaveras han sido hallados hasta medio centenar de animales en la acequia de La Estanca y los cazadores buscan solución.
Todas las primaveras caen corzos al canal de riego Calanda-Alcañiz y al de La Estanca. Muchos mueren y unos pocos tienen la suerte de salir o ser rescatados. A principios del pasado mes de abril, ya fueron localizados algunos de estos animales ahogados. En las últimas semanas, solo en la zona de Calanda han sido detectados los cadáveres de ocho corzos en el agua y otros ocho han podido salir por sí solos o con ayuda. La previsión, según la experiencia de otros años, es que este problema aumente en mayo. Ha habido temporadas en las que se han llegado a contabilizar alrededor de medio centenar de corzos muertos en estos canales, que tienen una longitud de unos veinte kilómetros y muy pocas salidas.
Las medidas tomadas hasta el momento son escasas y han demostrado ser deficientes. A raíz de la insistencia de cazadores, Agentes para la Protección de la Naturaleza de la DGA y particulares, la Confederación Hidrográfica del Ebro instaló hace unos años varias rampas y colocó unas telas disuasorias de lado a lado del canal de la Estanca, acondicionando, además, unos abrevaderos ya existentes.
Pero el problema no se soluciona. El sistema mecánico colocado antes de la entrada del canal al embalse de La Estanca de Alcañiz extrae numerosos cuerpos de corzos cada año. También llegan allí los cadáveres de otros animales, como garduñas y zorros.
Este año, cazadores de Calanda y Alcañiz están colaborando con la fundación Artemisan para colocar collares con dispositivo GPS (Sistema de Posicionamiento Global ) a los corzos y así localizar su ubicación. Para ello, se ha instalado una antena junto al canal de La Estanca, indica Andrés Albacar, cazador de la zona que colabora con el proyecto.
Albacar explica que el objetivo de la medida es "conocer los movimientos de los corzos y los problemas que encuentran al intentar cruzar canales de riego". Esperan que los resultados sirvan para encontrar soluciones que eviten los ahogamientos.
Artemisan ha desarrollado un ‘observatorio cinegético’ de diferentes especies a nivel nacional, entre ellas los corzos. Funciona con una red de "censadores oficiales" y de colaboradores, a cuya disposición pone material para los seguimientos. La fundación explica en su web que su observatorio posibilita al sector de la caza "ser parte activa de la toma de decisiones sobre las especies cinegéticas a través de proyectos de ciencia ciudadana".
Agentes para la Protección de la Naturaleza explican que los corzos que caen a estos canales son ejemplares jóvenes, de aproximadamente un año de vida, cuando se emancipan de sus madres.
