Interiorismo

Las puertas ocultas, la solución más de moda y más elegante en las reformas de vivienda

El minimalismo ha propiciado que los arquitectos busquen integrar las puertas en las paredes para darle continuidad al espacio dentro de la casa.

Un espacio de una vivienda de Zaragoza que se oculta tras una puerta corredera.
Una puerta corredera que se integra en la pared de una vivienda de Zaragoza.
Cronotopos

Darle continuidad al espacio, reducir la "contaminación visual" y, en definitiva, hacer de la casa algo aún más minimalista. Ese es el objetivo que hay detrás de la llamativa y elegante tendencia de ocultar las puertas de los dormitorios o los baños del hogar, una tendencia en alza los últimos años, especialmente en las reformas y en los proyectos encargados a los arquitectos.

La limpieza visual que se obtiene al integrar la puerta con los revestimientos de la pared es un factor determinante a la hora de incorporarlo en la vivienda. Álex Lezcano, del estudio zaragozano Cronotopos, comenta que esta moda aterrizó tras implementar las puertas que van desde el suelo hasta el techo. "Tradicionalmente, las puertas eran de carpintero, no tenían tamaños estandarizados. Con el paso del tiempo, estas puertas, que tenían su decoración, se volvieron más simples y reduciéndose con la corriente 'minimal'", detalla este arquitecto. 

Así, en la obra nueva siempre se colocan las mismas puertas, que suponen un ahorro para los promotores, pero que obvian el estilo de puerta oculta. "Llegaron las lisas, las más estándares, que pueden medir entre 2,05 y 2,11 metros, pero que por su propio sistema constructivo no pueden integrarse", añade Lezcano. Al final, en la construcción de pisos nuevos se busca la máxima eficiencia y rapidez, por lo que vienen ya montadas con un "premarco y sus tapajuntas".

Un espacio de una vivienda de Zaragoza que se oculta tras una puerta corredera.
Un espacio de una vivienda de Zaragoza que se oculta tras una puerta corredera.
Cronotopos
Un espacio de una vivienda de Zaragoza que se oculta tras una puerta corredera.
Un espacio de una vivienda de Zaragoza que se oculta tras una puerta corredera.
Cronotopos

"El primer análisis de ocultación se da cuando aparecen las puertas que van del suelo al techo", precisa Álex Lezcano. Ya no tienen un sistema tan estandarizado y su medida se puede extender hasta los 2,5 metros. "Son las primeras que minimizan el impacto visual, que es lo que se busca en la arquitectura contemporánea", añade. Así, surgen los dos tipos de puertas ocultas: las que simulan armarios o diferentes carpinterías, o las que están hechas a medida y dan acceso a las habitaciones. Pueden invisibilizar las bisagras o ser correderas. "Puedes hacer, incluso, que tengan un tirador escondido o no. Pero, lógicamente, son más costosas que las tradicionales. Están pintadas como la pared y solo se ve la junta vertical", comenta este arquitecto de Cronotopos.

En algunos de sus proyectos de reforma en Zaragoza cumplen con este mantra. Por ejemplo, en una rehabilitación llamada 'Vivienda para un cinéfilo', una puerta corredera (también muy en auge para esta práctica) que se integra en una carpintería de madera esconde una salita con una mesa y sillas que, a su vez, puede convertirse en un dormitorio improvisado gracias a la cama que se encubre en la pared. Esta misma puerta ocupa desde el suelo hasta el techo.

Una puerta integrada en la pared en una casa de Zaragoza.
Una puerta integrada en la pared en una casa de Zaragoza.
A. L.

Pero, ¿en qué situaciones merece la pena 'invisibilizar' el acceso a una habitación? La arquitecta María Arilla considera que puede tener un buen efecto cuando, por ejemplo, la puerta se encuentra en un frente "importante" o revestido, pero da acceso a un espacio menor como puede ser el aseo del interior de un dormitorio. "También, por ejemplo, cuando en un pasillo largo hay entradas a varias habitaciones y todo queda desordenado. Lo mejor es hacer un frente común y disimularlas todas", asevera.

Además, en pisos de superficies reducidas es un gran recurso para dar un efecto de mayor amplitud. Es común hacerlo no solo con los accesos de una habitación, sino también para disimular armarios, despensas... De manera que un tramo que parece que es solo pared puede abrirse y almacenar objetos.

Armarios con puertas correderas en un piso de Zaragoza.
Armarios con puertas correderas en un piso de Zaragoza.
Cronotopos
El interior de una vivienda reformada en Zaragoza, donde predomina el color blanco con detalles en negro.
Una puerta oculta que esconde un baño en una vivienda de Zaragoza.
Cronotopos
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