Por
  • Javier Peña Gonzalvo

La parroquieta de la Seo, recinto funerario

Visita a la desconocida cripta de la Parroquieta de la Seo
Visita a la desconocida cripta de la Parroquieta de la Seo
Gozarte

Recientemente, Guillermo Fatás explicaba la analogía de la Parroquieta de la Seo de Zaragoza con el Templo de Jerusalén, y mencionaba que defiendo la línea de investigación que considera que no se hizo de nueva planta, sino que se reutilizó un edificio de época andalusí.

Don Lop Ferrench de Luna, veinticinco años después de regir la sede cesaraugustana, decide construirse una capilla dedicada a san Miguel para albergar su tumba. La catedral gótica se alzaba, entonces, ocupando una parte de la antigua mezquita aljama, de modo parecido a la actual catedral de Córdoba, por lo que, aun siendo partidario de la arquitectura gótica en su concepción más purista, decidió reutilizar una antigua dependencia de la mezquita situada al norte del crucero, lo que permitía abaratar considerablemente la construcción de la capilla y, dada su edad avanzada, acortar el plazo de ejecución de la obra, falleciendo finalmente en 1382, antes de terminarla.

Las fuentes documentales del siglo XIV son parciales y se refieren a la intervención del maestro de obras Miguel Cillero, el escultor Pere Moragues, y dos azulejeros sevillanos, Garci Sánchez y Lope. Pero la fuente documental más importante, la inscripción árabe del exterior, "Lo hizo / Salãma bin Gãlib", sistemáticamente se viene silenciando. Descubierta por mí en 1992 al visitar las obras de restauración, la noticia se publicó en HERALDO y, estudiada por el arabista Martínez Enamorado, la ha datado en el siglo XI.

La construcción de la Parroquieta de San Miguel en la catedral del Salvador de Zaragoza se realizó aprovechando parcialmente un recinto funerario musulmán

Por tanto, las fuentes corroboran que se trata de una intervención en un edificio zagrí, máxime observando la disparidad constructiva entre la piedra sillar del interior con el ladrillo del exterior, y las cuatro ventanas góticas que, si bien están perfectamente ubicadas respecto del espacio interior, rompen de manera violenta la estricta armonía geométrica del muro de ladrillo exterior. La catedral gótica había ocupado el antiguo patio de la mezquita, el ‘claustro viejo’, al tiempo que privaba a la dependencia de iluminación natural. Ésta tenía dos espacios, uno alargado donde se ubicó la nave gótica de piedra sillar de dos tramos con las ventanas correctamente situadas, y otro cuadrado con cúpula de madera que, redecorado con heráldica, se convirtió en el presbiterio, cuyo suelo hubo de rebajarse demoliendo la bóveda de la cripta. La cúpula está decorada con epigrafía coránica estudiada por Cabañero y Lasa, que la relacionan con la muerte, pero aún queda por investigar el tablero 13, en letra cúfica jeroglífica, situado en un lugar destacado, cuya interpretación dará sin duda valiosa información sobre su promotor y datación.

La cúpula de madera, inscribible en un cubo, cubría un espacio también cúbico, volumen áulico que en otros espacios similares reproducía el recinto sagrado del tabernáculo del templo de Jerusalén, y especialmente el gran santuario musulmán de La Meca, la Kaaba, que significa cubo, "un cubo hueco de piedra, el ‘axis mundi’ de la cosmología islámica. Al igual que el Omphalos de Delfos, es el centro del mundo, ya que constituye el símbolo primordial de la intersección entre el eje vertical del espíritu y el plano horizontal de la existencia fenomenológica" (Michell and Grube). La sucesión de tres espacios cúbicos, cada uno encima del otro, desde la cúpula hasta la cripta, y la epigrafía coránica, permite suponer que era una ‘qubba’ destinada a sepultura de alguno de los sultanes saraqustíes, y el espacio contiguo, actual nave de la capilla, sería una madrasa.

Dado el carácter intelectual de esta fundación se podría atribuir su construcción al sultán hudí que más sobresalió en este campo, el erudito, científico, y protector de las artes, Yusuf I al-Muçtamãn (1080/81-1085). Cabe precisar que la disposición del mausoleo en dos plantas bajo cúpula, es la habitual en monumentos funerarios de origen persa, como el Taj Mahal, con una parte monumental visitable cubierta con cúpula, que alberga el cenotafio del personaje difunto, mientras que el cadáver se encuentra en un nivel inferior, en tierra, como establece el islam, en este caso en la cripta.

Javier Peña Gonzalvo es doctor arquitecto

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión