Redactor jefe de Aragón en HERALDO DE ARAGÓN

Cinco días sin Sánchez

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, comparece en el Complejo de la Moncloa, a 29 de abril de 2024, en Madrid (España). Sánchez ha comparecido hoy para anunciar que sigue al frente del Ejecutivo tras cinco días de reflexión a raíz de las investigaciones judiciales a su esposa, Begoña Gómez por la denuncia presentada por Manos Limpias por presunto tráfico de influencias y corrupción en los negocios. La decisión de continuar en el cargo tiene lugar después de que el pasado miércoles, 24 de abril, cancelase su agenda para reflexionar si continuaba en el cargo...29 ABRIL 2024;COMPARECENCIA;PRESIDENCIA;DECLARACIONES;DECLARACIÓN;..Moncloa..29/04/2024 [[[EP]]]
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, este lunes en La Moncloa. 
Moncloa

En esta carrera infinita a lo insólito que vive la política española, el pasado miércoles, pasadas las siete de la tarde, Pedro Sánchez consideró que estaba en su derecho de hacer un parón y publicó en X, sin membrete ni preguntas, que se lo iba a pensar. Y comenzó un tictac de especulaciones ante una comunidad internacional estupefacta, con los ministros a lágrima viva ante el líder herido y el PP con cara de mosqueo por si el presidente, con un nuevo truco de magia, se la colaba otra vez.

Fue tanta la intriga (hay que admitirle al presidente su habilidad para la tensión dramática) que frisando el lunes casi nadie las tenía todas consigo, sobre todo en su partido. Pero Sánchez es Sánchez, fiel al personaje. Quien el miércoles era marido doliente el lunes se levantó como ‘killer’ con dos pistolas, aunque las balas fueran de fogueo.

Dando por supuesto lo de la polarización y el cesarismo, con el comité federal del sábado convertido en enfebrecido conclave del culto al líder, la pregunta era: ¿y todo esto para qué? A dos semanas de las catalanas y a poco más de un mes de las europeas, sin presupuestos y con las alianzas parlamentarias cogidas con alfileres, la corrupción llegando a la orilla y su mujer en los papeles, a Sánchez le podría haber apretado la necesidad de meter miedo a sus socios, forzar a su partido a cerrar filas y llamar a la movilización de un electorado socialista desconcertado. Especialista en construcción de relatos, quiso ser de nuevo la víctima frente a las injusticias del sistema y repetir lo que ya hizo en su carrera por la secretaría general en 2017 o para levantarle el Gobierno a Feijóo en julio del año pasado. La épica de Sánchez otra vez. El héroe.

Igual le sale, pero de momento ha conseguido que España (y su partido) vean cara a cara el final del ciclo sanchista, visualicen su debilidad y confirmen la frivolidad de quien deja al país cinco días sin presidente y no duda en recurrir a su familia para surfear el presunto lodazal que dice denunciar. Josep Tarradellas, expresidente de la Generalitat, dijo que "en política se podía hacer de todo menos el ridículo". Pablo Iglesias, que sabe oler la sangre, se lo repitió ayer. No cabe bochorno mayor.

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