Javier Gallego: "No eres consciente de que eres joven hasta que pierdes la juventud"

El periodista, escritor y músico, director del pódcast ’Carne cruda’, presentó ayer en la librería Cálamo de Zaragoza ‘La caída del imperio’, su primera novela.

El escritor, periodista y músico Javier Gallego, ayer, en Zaragoza
El escritor, periodista y músico Javier Gallego, ayer, en Zaragoza
Guillermo Mestre

Tras publicar varios poemarios, el periodista y músico Javier Gallego despliega ahora una partitura en prosa que contiene rebeldía, música, drogas, sexo, amistad y el desencanto de una juventud crepuscular. El autor, director del pódcast ‘Carne cruda’, presentó ayer ‘La caída del imperio’ (Random House) en la librería Cálamo de Zaragoza.

La idea de esta novela viene de lejos. «Es un proyecto que tenía en mente hace más de 15 años, y se puso en marcha por el impulso de la editora Belén Bermejo, quien me ofreció la posibilidad y me animó a escribir esta historia en la que he querido hablar del esplendor de la juventud, de ese fogonazo de los 20 y los 30 años. Pero la escritura se ha dilatado tanto que el paso del tiempo también se plasma en la novela», cuenta Gallego.

El título ‘La caída del imperio’ refleja «esa ascensión y ese inicio del descenso. Habla del imperio de la juventud que se empieza a desmoronar, es la historia de un grupo de amigos en plena ebullición, en pleno estallido, y ese estallido también implica un desmoronamiento de sus vidas y del contexto que les rodea –explica–. Los personajes empiezan a vislumbrar que la madurez, el envejecimiento, la mortalidad, el fin del imperio, están más cerca de lo que creían».

La novela se ambienta en 2011 y habla de la generación del escritor, «en el sentido de que los personajes son treintañeros, como yo lo era entonces –matiza–. Reflejo un momento que viví y a unos protagonistas ficticios que están basados en personajes reales y en un grupo al que yo pertenezco».

La intención de Gallego era crear una novela generacional, «pero es intergeneracional y es una novela sobre la juventud. ¿Qué significa la juventud? Pues esa sensación de omnipotencia e inmortalidad, de que no vas a morir nunca y de que vives como si fuera el último día, y que yo he llamado el imperio –añade–. Esta paradoja que se da en ese periodo también se refleja en que no eres consciente de que eres joven hasta que pierdes la juventud».

Un reto exigente

A diferencia de sus anteriores publicaciones, libros de poemas como ‘El grito en el cielo’ o ‘Abolición de la pena de muerte’, afrontar la escritura de esta primera novela «ha sido un reto tan exigente que me ha llevado muchos años, prácticamente una década –confiesa–, porque requería una atención, un cuidado y una inmersión en un proceso muy distinto al de la poesía. La poesía se puede escribir más a fogonazos, puedes ir acumulando poemas, aunque también requiere un trabajo y una atención, pero no esa continuidad y esa complejidad. Al final estás construyendo un edificio en el que cada pieza que muevas, cada ventana que cambies de lugar, cada muro que quieras rectificar, significa rectificar toda la estructura».

Sin embargo, pese a lo arduo que puede resultar esta tarea, el autor asegura que también ha sido «muy apasionante todo el descubrimiento de la tramoya que tiene la novela, la construcción de los personaje y cómo van adquiriendo forma, cómo van cobrando vida y toman el control realmente de la acción. Son ellos los que te dicen por dónde tienes que ir y muchas veces te modifican los planes previstos. Lo que yo he experimentado en estos años es cómo cambiaba lo que yo había concebido inicialmente, se convertía en otra cosa muy distinta porque los personajes llegaban a un momento en que, efectivamente, tomaban el poder de la novela, realmente se manifestaban como emperadores y te hacían caerte del caballo».

Realismo sucio

‘La caída del imperio’ posee un estilo directo y coloquial que «refleja bastante la velocidad, la realidad del habla. Está menos dramatizada que muchas de las ficciones donde al final se construye mucho el lenguaje, pero también tiene esa parte de realismo sucio», apunta.

En sus páginas ha querido reflejar «de manera muy real el habla con un acento propio y una voz propia para cada personaje. Es una novela polifónica y eso debía plasmarse de alguna manera. Nunca se dice quién está hablando, sino que se entiende por el contexto».

En ‘La caída del imperio’ abundan las referencias musicales, se citan templos de la noche madrileña y se habla sin tapujos de diversas drogas y de sus efectos. Recuerda de algún modo a aquel libro que describió a la generación X española, ‘Historias del Kronen’ de José Ángel Mañas, pero aunque la obra de Gallego retrata ambientes y experiencias similares, Mañas escribió su novela a los 23 años. «Él captó la fotografía de aquel instante, y yo he hecho un plano secuencia del paso del tiempo, de cómo esa juventud se va convirtiendo en madurez, de cómo esos personajes empiezan a darse cuenta de que dejan de ser jóvenes y esa creo que es la diferencia», aclara.

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