Nativel Preciado: "Es peligrosa la falta de entendimiento y tolerancia que muestran los políticos"

La periodista y escritora madrileña, cronista política fundamental en la España de las últimas décadas, presentó este lunes 18 de marzo en Zaragoza su última novela, 'Palabras para Olivia'

Nativel Preciado, este lunes 18 de marzo, en Zaragoza.
Nativel Preciado, este lunes 18 de marzo, en Zaragoza.
Guillermo Mestre

La periodista y escritora madrileña Nativel Preciado presentó este lunes 18 de marzo en Zaragoza su última novela, ‘Palabras para Olivia’ (Espasa/Planeta de Libros), una trama que mete en el matraz gotas de misterio, choque generacional (y la complejidad de las relaciones humanas), la figura del 'negro' o escritor en la sombra y algunos retazos íntimos de la llamada España vacía.

Abrazando el libro, dedicado póstumamente al hermano de la escritora, una elogiosa faja con frase de Manuel Vicent anima a su lectura. El escritor califica la obra de Preciado como “historia turbulenta y perturbadora, escrita con un lenguaje medido e inteligente, como es la autora, Nativel Preciado, siempre al borde de una pasión controlada. Literatura de primera calidad, llena de paisajes, venganzas y música”, un repaso revelador que Preciado opta por rebajar educadamente. “Me halaga mucho, como también lo hacen las palabras que le han dedicado Llamazares o Rosa Montero, tres escritores a quienes leo por devoción, pero soy escéptica con estas cosas hasta que no llega al respaldo de los lectores”.

En ‘Palabras para Olivia’ hay pasajes cotidianos, relato académico, psicodelia y metaliteratura; la narración, de hecho, se asienta sobre la figura del mentado ‘negro’ literario. “El ‘negro’ tiene una historia muy larga y relevante. Muchos escritores notables han ejercicio de ‘negros’ y, a su vez, ha habido muchas novelas y películas sobre ellos. No me ha resultado difícil dibujar a Teo del Valle, porque conozco a muchos como él”.

Preciado recalca que “tengo compañeros que han escrito para personajes populares, aunque obviamente no puedo dar nombres; en el libro hay referencia a unos cuantos, y quizá el más famoso sea Paul Auster, que acaba de sacar libro y ejerció de ‘negro’ antes de triunfar. Me gusta la idea de que la protagonista de mi novela recurriese a esa figura en una crisis creativa”.

Al hilo de este asunto, la autora de ‘Palabra para Olivia’ recuerda una anécdota de Alejandro Dumas con su hijo. “Dumas tenía muchos ‘negros’ y un día preguntó a su hijo si había leído la última novela que había escrito. El hijo le replicó que sí, pero que no estaba seguro de que su padre hubiera leído ‘su’ propia novela.”.

Dolor y placer

A Nativel Preciado le apasiona escribir, y eso se nota. “También sufro: hay de todo. Escribiendo esta novela me he emocionado, he escrito con cierto dolor recordando momentos duros y también me he divertido mucho: con el diálogo intergeneracional entre Olivia, la protagonista, y el joven Teo, por ejemplo, además de disfrutar con las intervenciones de Aitana, una impertinente muy intensa. Está Paulino, el clímax de la España despoblada, que encarna el misterio y la intriga, y no hay que olvidar al locutor como personaje en ausencia pero fundamental en la novela, porque cuenta cosas que los otros no pueden relatar”.

La escritura apunta que “el momento del fogonazo, en el que decides escribir una novela, es algo luminoso. Lo ves todo claro: la imaginación y la documentación van ampliando luego el panorama, vas perfilando los personajes... Lo duro y difícil es la pantalla en blanco, empezar; sabes que habrá atascos y momentos en los que todo fluye. Poner la palabra ‘fin’ es el mejor momento de todos, porque concluye un camino muy complejo”.

Nativel Preciado sigue una rutina minuciosa en la preparación de cada escrito, aun siendo consciente de que ese trabajo es susceptible de ser demolido por completo. "Programo todo, creo saber lo que voy a escribir de principio a fin, desmenuzo cada capítulo, preparo diálogos… y cuando comienzo se me desbarata casi todo, porque pensar es muy fácil, pero construir es otro cantar, y hay que dejar reposar la novela, porque madura con el tiempo. Saber transmitir cosas, hacerlo desde la ilusión de que otros se emocionen como tú, es más difícil de lo que parece”.

Para Zaragoza y Aragón solamente tiene buenas palabras. “Recuerdo mucho a Labordeta y otros cantautores, con quienes compartí grandes momentos en esta ciudad, y a mi amigo Luis Alegre, que me hace menos caso -ríe- desde que está siempre en Hollywood. Además, tuve familia en Calatayud y recorrí muchos lugares de Aragón con un director de cine al que quise mucho, Jordi Grau, en el transcurso del cual visité a las hermanas de Buñuel en su casa”.

Ruido insoportable en la esfera política

Nativel Preciado representa la figura de la cronista política por excelencia en los últimos años de la dictadura franquista, la transición española y los años de la consolidación democrática. A día de hoy, el ruido de sables que brota de lugares como el Congreso de los Diputados le incomoda hasta el punto de mantenerse alejada del que fue su entorno natural como profesional. “Siempre ha habido ruido, pero no tanto sectarismo y odio. La situación se les va de las manos, es algo preocupante; el maestro Manuel Vicent lo expresaba de maravilla el otro día en un artículo titulado ‘Tirar de la cadena’, tan gráfico como certero”.

La escritora va un poco más allá sobre el particular. “Los que estamos en ese agujero negro llamado Madrid soportamos la vida política con más intensidad, sumergidos en toda la porquería que hay actualmente en este entorno. Voy poco por el Congreso: de hecho, escribo literatura para huir de la situación que estamos viviendo, pero sé que los contrincantes políticos ya no comparten cafés, copas o abrazos, al menos entre determinados personajes. Es peligrosa la falta de entendimiento y tolerancia que muestran los políticos, porque se transmite a la sociedad y está calando en ella”.

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