Echo Pop: una Alexa más barata, pequeña y con carcasas de colores
Este pequeño altavoz con Alexa es el más barato y pequeño de la familia y tiene sus pros y contras.
Amazon ha dado a luz a un nuevo miembro de la familia Alexa. El Echo Pop es el más chiquitín de los altavoces inteligentes de la marca y el primero con carcasas de colores interrcambiables. Por 55 euros, el usuario puede elegir entre cuatro colores clásicos (negro, blanco, púrpura o verde) y, si se cansa, por 23 euros más, escoger entre una de las fundas que multiplica por 7 la variedad cromática del dispositivo.
El nuevo Echo Pop hace lo mismo que sus hermanos mayores: responde preguntas, pone música o la radio y controla el hogar inteligente. Al ser un poco más pequeño, su capacidad sonora es también menor, pero se escucha realmente bien y puede ser una buena solución para una habitación pequeña o si el usuario tiene ya otra Alexa en casa.
En términos de rendimiento, el Echo Pop hace uso del procesador Amazon AZ2 Neural Edge, lo que permite a Alexa responder de manera rápida y eficaz. Aunque el dispositivo es pequeño, su altavoz frontal ofrece un sonido equilibrado para la mayoría de la música, lo que es un punto a su favor. Sin embargo, el Echo Pop no logra igualar el volumen o la calidad de los bajos de otros dispositivos más caros y grandes de la marca. Además, carece de sensores de tacto o temperatura, características que podrían haberlo diferenciado de otros altavoces inteligentes en el mercado.
Una de las grandes ventajas de este dispositivo es que es compatible con Matter, lo que facilita la conexión y el control de dispositivos para el Hogar digital de distintas marcas. Esta compatibilidad promueve la interconexión y la interoperabilidad, lo que los convierte en una excelente opción para aquellos que buscan simplificar y centralizar su experiencia de hogar inteligente.
