Escrivá crea una estadística para defender que se trabajan más horas que antes de la pandemia
En pleno debate sobre la reducción de la jornada laboral, apunta a un incremento del 7,2%, seis veces más que lo que sostiene el INE.
En pleno debate sobre si se debe reducir la jornada laboral de los españoles tras cuatro décadas sin tocarla, el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, quiere mostrar su apoyo a esta medida incluida en el acuerdo de investidura entre el PSOE y Sumar al defender que el número de horas trabajadas ha experimentado un fuerte incremento, de más del 7%, respecto al nivel previo a la pandemia. Le sirve, a su vez, para hacer una enmienda a las voces de algunos expertos y organismos que rebajan el optimismo respecto a la buena marcha del empleo argumentando que hay más afiliados pero trabajando menos horas. Pero lo hace con una nueva estadística que ha creado su departamento, a partir de las horas cotizadas y de las relaciones laborales por cotizante informadas a la Seguridad Social, que publicó este martes por primera vez y que hará ahora cada trimestre con una serie que se inicia en enero de 2019.
Para calcular las horas efectivas trabajadas, en esta serie se descuentan las horas de los trabajadores que están en situación de ERTE, incapacidad temporal o cobrando otras prestaciones, como prestación de nacimiento y cuidado del menor, riesgo durante la lactancia natural y riesgo durante el embarazo.
Además, para evitar la volatilidad que existe entre los diferentes trimestres y poder apreciar la evolución a medio plazo de las horas efectivas trabajadas, el nuevo informe incluye un índice basado en la media móvil de cuatro trimestres, según precisa el Ministerio de Seguridad Social en un comunicado. Este índice se situó en el segundo trimestre de 2023 en 107,3 puntos, siendo 100 el dato correspondiente al último trimestre 2019, de forma que este nuevo informe estadístico aprecia un incremento de las horas efectivas trabajadas de un 7,3% respecto al nivel previo a la pandemia.
La cuestión es que este aumento de horas de más del 7% choca con el que se refleja en la Encuesta de Población Activa (EPA), que elabora el INE, que sí habla ya de que se trabajan más horas que antes de la crisis sanitaria -algo que ha costado recuperar tres años- pero con un alza mucho más modesta, de apenas el 1,2%, es decir, seis veces inferior. Y lo mismo sucede con los datos de la Contabilidad Nacional Trimestral (CNTR), que apuntan a un alza del 1,4%.
Fotografía más incompleta
Desde el Ministerio son conscientes de esta fuerte brecha y, para dar credibilidad a una estadística creada 'ad hoc', señalan que la evolución que muestra este índice coincide en gran medida con los datos correspondientes a la Encuesta Trimestral de Coste Laboral (ETCL) del INE, que muestra un aumento del 8,1% en las horas efectivas trabajadas respecto al periodo prepandemia. "La enorme coincidencia tanto en nivel como en evolución temporal de dos estadísticas tan distintas proporciona robustez al comportamiento que se deduce de ellas", precisan.
Escrivá defiende además que este significativo crecimiento de las horas efectivas trabajadas se debe tanto al aumento del número de afiliados a la Seguridad Social en este periodo, que han crecido sustancialmente, como al hecho de que las horas efectivas por cada cotizante son un 2% superiores a los niveles prepandemia.
Sin embargo, lo que no explica el ministerio es que esta nueva estadística ofrece una fotografía de las horas de trabajo mucho más incompleta que la de la EPA, ya que excluye para su análisis a más de cuatro millones de trabajadores, al no contabilizar ni a los autónomos ni a los trabajadores del campo ni a las empleadas del hogar ni a los artistas. Así lo advierte a este periódico el director de Randstad Rasearch, Valentín Bote. "La EPA incluye un 20% de personas más, por lo que es más completa", sentencia.
