balonmano
El Bada Huesca se exhibe ante el segundo clasificado de la Asobal (32-29)
Los oscenses derrotan al Bidasoa Irún en el Palacio de los Deportes con una actuación completa a todos los niveles.
El Bada Huesca dio una lección de balonmano y corazón para superar al segundo clasificado de la Asobal, el Bidasoa Irún, en el Palacio de los Deportes (32-29) y encadenar así tres triunfos. Una victoria de prestigio ante el probable subcampeón de la liga que enardeció a una grada acostumbrada a las exhibiciones de los de José Francisco Nolasco. Esta tuvo mayor mérito si cabe, pues el conjunto vasco se presentaba con la meta de asegurar la segunda plaza. No pudo con una defensa a prueba de balas y el estado de gracia del pivote Rodrigo Benites, autor de 10 tantos. Acudir al pabellón es presentarse a una fiesta sin fin. Lástima que solo queden dos encuentros para acabar el curso.
La distancia que separa al Bada Huesca y al Bidasoa Irún en la tabla se acortó sobre la pista de 40 por 20 metros en un inicio trepidante en el que los dos conjuntos se repartieron aciertos y errores con balonmano de elevada calidad. Los vascos, eso sí, encontraban más variantes en su juego para lanzar desde seis metros sin posibilidad de actuar para el meta Dani Arguillas. Los de Nolasco eran una sombra de la que no resultaba fácil despegarse, y el catalán evitó una primera escapada visitante con 4-6 en el marcador. En el minuto 7 se aplaudió en su retiro al capitán, Gerard Carmona, que deja el deporte profesional.
Los oscenses reiniciaron el encuentro a los 12 minutos con un tanto de Rodrigo Benites, enorme pivote que este curso está mostrando su mejor versión (7-7). Sobreexigido a nivel defensivo, el Bada respondía al reto y se blindaba cada vez mejor con una muralla que tenía su base en el inspirado Arguillas, que detuvo tres siete metros y vio como otro se marchaba fuera. El brasileño le puso por delante por primera vez (9-8) y los rojillos disfrutaron de una renta de tres goles (12-9, min. 20). El Bada se gustaba y encandilaba a sus aficionados mientras al Bidasoa se le encogía el talento. Un engranaje perfecto y una diferencia creciente (15-11, min. 24).
Los irundarras espabilaron antes del descanso con un parcial de 2-4, pero el Bada Huesca es una máquina de precisión que empieza en Arguillas y termina en Rodrigo y un imparable Pepe Floris. Aguantó el chaparrón, abrió el paraguas y se marchó al vestuario con una ventaja todavía meritoria aunque, visto lo visto, corta (17-15). Lo difícil resultaba mantener la dinámica y el Bada se agarró al factor Arguillas en los primeros compases del segundo tiempo (20-17). La ola del Bidasoa creció, como era de prever, inclemente con el menor error de los de casa. Los de Nolasco seguían a lo suyo, bordando el juego (23-20).
Y se les ponía por delante uno de los ejercicios de resistencia más exigentes de la temporada. Es más sencillo con uno de los mejores pivotes de la Asobal, Rodrigo (25-22). Y con la intensidad que transmite el Palacio de los Deportes volvieron a aparecer la magia y la versión imparable del Bada, que vencía de cuatro goles a diez minutos para la conclusión (29-25). También tocaba mantener la cabeza fría y aguantar las situaciones de inferioridad numérica como bien se pudiese, pasando por encima de un criterio arbitral bajo sospecha. El resultado, la máxima distancia (32-27) para secar al Bidasoa Irún y dejarle sin opciones en los últimos compases pese a un parcial postrero de 0-2.
Ficha técnica
Bada Huesca: Arguillas, Casterad (ps), Dija (4), Óscar García (2), Adrià Pérez (2), Mosquera (5), Suárez (2), Rodrigo (10), Gucek, Frank Cordiés (3), Malo (1), Ian Moya, Floris (4) y Samuel Cordiés.
Bidasoa Irún: Mehdi, Skrzyniarz (ps), Cavero (3), Jevtic, Tao (1), Furundarena (2), Esteban Salinas (4), Rodrigo Salinas (5), Iribar (2), Nieto (2), García (4), Pacheco (3), Asier Nieto (3) y Díaz.
Parciales cada cinco minutos: 3-4, 5-7, 8-8, 12-9, 15-12, 17-15 (descanso), 19-17, 23-20, 25-22, 29-25, 31-27 y 32-29.
Árbitros: Álvarez Mata y Bustamante López.
Incidencias: Partido de la jornada 28 de la Liga Asobal disputado en el Palacio de los Deportes de Huesca ante mil espectadores, con medio centenar de aficionados del Bidasoa en las gradas.
