pekín 2022

Aragón también está presente en los Juegos Olímpicos de Pekín

A falta de deportistas, la jueza Marta Olozagarre, el fisioterapeuta Mateo Szul y el encargado de material Antonio Góngora representan a la comunidad.

Marta Olozagarre, preparada para trabajar en Pekín.
Marta Olozagarre, preparada para trabajar en Pekín.
M. O.

Resulta una situación desacostumbrada que aún da más valor a los que fueron sus protagonistas. Por primera vez desde 1980, en los Juegos Olímpicos de Invierno no habrá ningún deportista aragonés, lo que no implica que en Pekín la comunidad no esté representada. Entre bambalinas, realizando una labor menos vistosa, pero fundamental en sus diferentes ámbitos estarán la jueza de danza Marta Olozagarre y el fisioterapeuta Mateo Szul, ambos jaqueses, además del skiman, o responsable de material, Antonio Góngora, natural de Herrera de los Navarros. Ninguno de los tres es nuevo en estas lides y de hecho ya coincidieron hace cuatro años en Pieonchang.

"Se han endurecido mucho los requisitos y por ejemplo en esquí alpino solo van una chica y dos chicos", explica José Ricardo Abad, presidente de la Federación Aragonesa de Deportes de Invierno, sobre la ausencia de deportistas aragoneses en la cita. Algo que, pensando en la siguiente Olimpiada, la de Milán-Cortina d’Ampezzo 2026, confía en que quede en un paréntesis. "Estamos trabajando mucho la cantera y tenemos ilusión de que en disciplinas como alpino, biatlón y curling pronto afloren los frutos, además si se concreta la candidatura de los Pirineos para 2030 seguramente podremos disponer de más recursos", indica.

Más allá de la procedencia o de lo que indique la ficha federativa, lo cierto es que entre los españoles se pueden encontrar nexos con Aragón. El guipuzcoano Lucas Eguibar, campeón del mundo de snowboard, vivió de los 11 a los 15 años en Jaca y el navarro Adur Etxezarreta, primer medallista nacional en una Copa de Europa de descenso gracias a la plata que consiguió el 14 de enero en Tarvisio (Italia), está ligado a Candanchú.

Parte importante en la responsabilidad de los éxitos de Etxezarreta, así lo ha reconocido él públicamente, la tiene Antonio Góngora. "La relación que mantiene el esquiador con su skiman es la más cercana de todas, más incluso que con el entrenador», apunta. «Me encargo de mantener, preparar y adaptar el material y juntos elegimos qué escoge en función de las características de la prueba y de la pista", explica. "Cuando consigue un triunfo lo siento como propio, todo tiene que estar en condiciones para que pueda estar tranquilo y rendir al máximo", asegura.

Góngora, que vivió su bautismo olímpico hace cuatro años, entonces dentro de la delegación andorrana, y que dio sus primeros pasos como técnico en Astún antes de especializarse en materiales e ingresar en los equipos nacionales, trata de darle normalidad al hecho de estar presente en unos Juegos. "Desde fuera se tiene muy idealizado y la convivencia en la villa es especial, pero el día a día se hace muy duro, para muchos es la oportunidad de conseguir becas y patrocinadores”, comenta. A ello se le añade las restricciones derivadas de la pandemia. "Está todo muy controlado, los camareros, por ejemplo, llevan trajes de seguridad. Yo voy del hotel a la zona de trabajo y de ahí a la pista, no piso la calle", describe.

Para Mateo Szul también son sus segundos Juegos Olímpicos, ya que estuvo en Pieonchang 2018; en aquella ocasión, con el equipo de snowboard cross y ahora como coordinador del área de fisioterapia, área médica y desde hace dos años también es coordinador de todos los temas relacionados con la covid. "Estoy con todos los deportistas de la Federación Española, pero con especial atención a Lucas Eguibar, ya que formo parte de la estructura de snowboard cross", señala. Además de fisioterapia ha sido esquiador y ha competido, por lo que sabe qué es llegar a unos Juegos Olímpicos. "Siempre ha existido ese sueño, y ahora es diferente, pero ayudar a los deportistas que pueden conseguir medalla es lo máximo a lo que se puede aspirar", cuenta.

Lleva cuatro días en Pekín y hasta ahora se ha dedicado a "adaptar la logística con el tema covid sobre todo, la movilidad respecto a competiciones, adaptarnos al horario, descansar, entrenar y conocer dónde se van a desarrollar las competiciones". Y como no puede ser de otra forma, "hay muchas ganas de empezar, estamos impacientes por que comiencen los entrenamientos oficiales y la competición". Estos Juegos van a ser diferentes a los de 2018 por la pandemia: "Hay un protocolo muy estricto y controlado, con PCR diarias, toma de temperatura, mascarillas, no podemos salir fuera de la villa y por lo tanto tenemos una movilidad muy reducida...". En cuanto a lo meramente deportivo es optimista, ya que "se puede aspirar a más de una medalla y diplomas, seguro que algo bueno caerá".

La jacetana Marta Olozagarre, juez de danza de patinaje sobre hielo, también está en Pekín. Estuvo como sus compañeros aragoneses hace cuatro años en Corea del Sur y ahora repite experiencia. Como patinadora estuvo a punto de competir en los Juegos Olímpicos de Calgary 1988, pero problemas económicos hicieron que al final se descartara su participación en la competición. Tiene una dilatada experiencia como jueza en competiciones nacionales e internacionales. De hecho, es la primera española con la categoría juez ISU (International Skate Union) de danza sobre hielo en la modalidad de patinaje artístico.

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