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La degradación del Pabellón de Aragón, a la vista de todos

La rotura de una de las puertas del edificio airea la dejadez de un emblema de la ciudad abandonado por la Administración.

Estado del Pabellón de Aragón
La degradación del Pabellón de Aragón, a la vista de todos

Es solo un paso más en la degradación de uno de los emblemas recientes de la ciudad. El que fuera Pabellón de Aragón durante la Expo de Zaragoza de 2008 ha sufrido un nuevo percance, en este caso la rotura de una de sus puertas de acceso, que deja a la vista de cualquier viandante las penurias de este edificio abandonado.


La Asociación Legado Expo ha hecho públicas unas imágenes que demuestran la dejadez con que la Administración trata a la conocida 'cesta' de Ranillas, y critica su estado tras "años de vandalismo". La obra de Olano y Mendo ha sufrido continuos ataques, suciedad, pintadas y el deterioro habitual cuando se deja sin actividad un edificio de estas características.


Cinco años después de su clausura, es posible vislumbrar parte de su interior, aunque no sea de la forma que muchos esperaban, sino a través de una simple valla fácil de retirar. "Luego tocará reparar la puerta, pintar las paredes, arreglar los techos, cambiar el suelo y reparar los daños de cinco años de años de vandalismo. Eso sí es derroche y abandono, eso sí es dejadez", critican desde este colectivo que vela por los intereses de la memoria y las infraestructuras de la muestra del agua.


Tras la clausura de la Expo, los diferentes emblemas del meandro de Ranillas buscaron su particular camino. Mientras la Torre del Agua y el Pabellón Puente acabaron en manos de entidades bancarias, la corporación Expo Empresarial comenzaba a comercializar los espacios reconvertidos en oficinas.


El Acuario resistió estos años de crisis a duras penas -con cambio de gestor incluido-, mientras la Telecabina dejó de funcionar ante la imposibilidad de Aramón de obtener rentabilidad de un servicio alejado del flujo de turistas.


El Pabellón de Aragón, por su parte, es uno de los que peor salida han encontrado. Cerrado desde 2008, la DGA busca ideas para su reactivación. Ha sonado como consejería de Educación, biblioteca pública, dependencias judiciales.. pero de momento sigue sin interesados, ni tras poner sus más de 3.000 metros cuadrados en alquiler para la iniciativa privada.