patrimonio
El único yacimiento de árboles fósiles visitable en Aragón languidece en Castellote
Las barandillas están rotas, algunos carteles son ilegibles y el acceso para ver troncos de hace 110 millones de años es difícil.
El yacimiento de árboles fósiles del Barranquillo de Castellote, el único enclave con troncos petrificados acondicionado para la visita en Aragón, languidece por falta de mantenimiento. Las barandillas están rotas y algunas tablas de las pasarelas se han podrido, hay carteles ilegibles al haberse quemado por el sol y los accesos son difíciles. Es el panorama que el Grupo de Estudios Masinos (GEMA) ha denunciado a través de su boletín ‘El Masino’ en un artículo acompañado de un puñado de fotos.
El afloramiento de árboles fósiles del Barranquillo fue descubierto en los años noventa del siglo XX a raíz de la aparición de numerosas astillas petrificadas en un campo de cultivo colindante. La investigación del yacimiento permitió localizar cuatro troncos petrificados, el mayor de ellos de 4,7 metros de longitud, rodeados de multitud de fragmentos fosilizados –que, en su mayoría, fueron expoliados en poco tiempo–.
La importancia científica del lugar y su vistosidad animaron a la Universidad de Zaragoza y al GEMA a llevar a cabo un proyecto de musealización sobre el terreno para facilitar las visitas. La investigación de los fósiles permitió, además, identificar una nueva especie arbórea, la Protosequixylon turolensis, emparentada con las actuales secuoyas de los Estados Unidos.
Sin embargo, 26 años después del acondicionamiento, la falta de mantenimiento transmite al visitante una sensación de decadencia y abandono, como denuncia Francisco Blasco en el artículo publicado en ‘El Masino’.
Desde el GEMA adelantan también que trasladarán al Ayuntamiento de Castellote la conveniencia de reparar vallas, pasarelas y señalización para devolver al lugar su atractivo para el visitante. Un miembro de la directiva del Grupo de Estudios señala que, aunque los troncos fosilizados no peligran, el conjunto del yacimiento presenta un aspecto "descuidado por falta de mantenimiento".
El paleontólogo de la Universidad de Zaragoza José Ignacio Canudo, que participó en el proyecto de adecuación expositiva, destaca que, aunque los fósiles siguen en su lugar, el Barranquillo es un recurso turístico que debería conservarse. Señala, además, que el enclave tiene importancia científica como el "yacimiento tipo" que permitió descubrir una especie arbórea de hace 110 millones de años.
Canudo recuerda que se trata de un yacimiento "que vale la pena visitar" por su atractivo y apunta al Ayuntamiento y a la Comarca del Maestrazgo como las administraciones que deberían asegurar la conservación de la señalización y de las infraestructuras.
El alcalde de Castellote, Antonio López, resta importancia al deterioro del yacimiento paleontológico porque "los fósiles siguen en su sitio, que es lo verdaderamente importante".
Francisco Blasco añade que la senda que recorre la ladera en la que aparecieron los troncos petrificados está también descuidada y “más que verse se intuye” entre la maleza y con peligro de que se produzcan caídas. El entorno del paraje está marcado, además, por los desmontes de una mina de caolín y por el tráfico de camiones que genera.
Desde Dinópolis, que construyó en 2006 una sede en Castellote con los árboles fósiles como atractivo central, señalaron que no tienen ninguna competencia en la conservación del yacimiento original.
