El independentismo queda en minoría
EPartido Socialista ganó ayer con claridad las elecciones autonómicas catalanas. Illa añadió 9 escaños, hasta los 42, a su representación parlamentaria. También el PP obtuvo un buen resultado, multiplicando por cinco sus diputados, de 3 a 15. En cambio, el conjunto de las opciones independentistas perdió 13 escaños. La formación de gobierno en la Generalitat dependerá de unos pactos que deberían negociarse con la perspectiva de normalizar la vida política catalana.
El independentismo, a diferencia de lo que ocurría en la anterior legislatura autonómica, está hoy en minoría en el Parlamento catalán. Los partidos separatistas sumaron 74 escaños en los comicios de 2021; en los de ayer, que contaron con una participación sensiblemente superior, solo tendrán 61, lejos de los 68 que requiere la mayoría absoluta.
La subida de la formación de Puigdemont no puede compensar el descalabro de la CUP y, sobre todo, de ERC, donde Pere Aragonès pierde 13 escaños y tendrá que hacer una reflexión sobre su futuro. Desde el punto de vista de la defensa de la Constitución esta es una buena noticia, que muestra que la mayoría de los catalanes quiere poner fin a los desvaríos de los últimos años y espera un gobierno que se ocupe de los problemas reales con eficacia y seriedad.
Salvador Illa -que se refirió a las políticas de Sánchez como determinantes para su victoria, pero eludió citar la ley de amnistía- no tiene asegurado que pueda gobernar. La opción de formar un tripartito de izquierdas (PSC-ERC-Sumar), que tendría una ajustada mayoría absoluta, puede encontrarse con la negativa de Esquerra.
Por otro lado, los acuerdos necesarios para gobernar Cataluña pueden tener repercusiones en la estabilidad del Gobierno de Sánchez, que podría perder el apoyo de ERC, de Junts o de los dos. Las próximas semanas requerirán de complicadas negociaciones.
