HERALDO, casi 130 años de periodismo y periodistas comprometidos con Aragón y sus lectores
HERALDO DE ARAGÓN ha estado desde que nació en manos de los lectores, gracias a una voluntad que se ha mantenido intacta: la de contar y analizar lo que pasa con rigor y valentía. Valores que lo han hecho líder.
El 20 de septiembre de 1895 vio la luz el primer número del HERALDO DE ARAGÓN. Este primer ejemplar lucía en su portada un artículo, ‘Palabras precisas’, en el que se resumen los principios fundacionales de HERALDO, basados en el pluralismo, el servicio público y el impulso del proceso de modernización de la Comunidad. Camino de los 130 años, este periódico sigue compartiendo los mismos ideales en sus páginas. Páginas que encuentran el respaldo de unos lectores que avalan su trayectoria y la de los profesionales que día a día nos volcamos en potenciar nuestro mejor desempeño profesional.
El respaldo con el que cuenta HERALDO hace posible que a día de hoy siga manteniendo la hegemonía en el papel. Así, 123.000 personas leen cada día el periódico, cuyas ventas superan los 15.000 ejemplares. Y en plena era digital, el soporte HERALDO cuenta con 3,6 millones de usuarios que acceden a una noticia. Sin olvidar el valor de las redes sociales, con 600.000 seguidores.
Fernando de Yarza López-Madrazo, presidente de HENNEO, resumía así los valores del medio en uno de sus artículos. “El primer editorial de HERALDO destacaba en su portada con el titular ‘Palabras precisas’ para anunciar su compromiso con la veracidad, la imparcialidad, el rigor, la precisión y la ecuanimidad. El buen periodismo se basa en una búsqueda rigurosa de la verdad verificable”.
Desde finales del siglo XIX, HERALDO ha estado todos los días en manos de los lectores gracias a una voluntad que se ha mantenido intacta: la de contar y analizar lo que pasa con rigor y valentía. Y así continúa. Cerca ya de comenzar la tercera década del siglo XXI, se mantienen vivas las señas de identidad, entre las que destaca la búsqueda mediante el buen periodismo, del progreso material y moral de la sociedad, de la concordia con los ciudadanos y de la estabilidad institucional del país.
En sus páginas han estado presentes todos los problemas, grandes y pequeños, de Aragón, todos sus intereses y sueños, y cuantos han tenido algo que decir “para y por Aragón”, desde Joaquín Costa, cuyos ideales regeneracionistas han impregnado las páginas del periódico desde sus años fundacionales, a los más destacados representantes de la investigación, la ciencia, la economía, la educación, la cultura, las artes, las letras o la política a lo largo de todas sus etapas. Sus ‘campañas’ han sido múltiples, pero si alguna tuviéramos que destacar sería la de una política hidráulica al servicio del campo aragonés, desde el apoyo al primitivo proyecto de riegos del pantano del Ebro, a la oposición al trasvase del Ebro durante la década de los años setenta del pasado siglo, que movilizó masivamente a la ciudadanía aragonesa. La defensa del ferrocarril de Canfranc es otro constante batallar hasta nuestros días, así como la de su patrimonio cultural.
A través de sus páginas, HERALDO se ha posicionado siempre a favor del periodismo y de los intereses de Aragón, sin renunciar al espíritu liberal, las convicciones monárquicas y el continuo diálogo con sus lectores.
En sus casi 130 años de historia, ha recogido el sentir de la ciudadanía en numerosas causas sociales, políticas y culturales que atañen al territorio: se posicionó activamente contra el trasvase del Ebro, fue crítico con los embalses de Mequinenza y Fayón, participó en numerosos gestos de reivindicación de la jota, dio cumplida información del regreso del Patio de la Infanta a Zaragoza o de la devolución de los Bienes de Sijena a Aragón, y ha cubierto infinidad de manifestaciones de distinta índole, desde huelgas generales a la “impresionante manifestación aragonesista” que reclamó en 1978 por las calles de las tres capitales de provincia la plena autonomía para la región.
HERALDO siempre ha estado ahí, en la batalla de la información y del respeto a los derechos humanos, ante las terribles ofensivas terroristas de ETA. Y, por supuesto, creyó, como había hecho en 1908, en la importancia estratégica de la Exposición Internacional de 2008, volcándose con una redacción en el meandro de Ranillas y páginas especiales a diario.
HERALDO y sus profesionales continuamos volcados en la defensa de los intereses de esta tierra, convertidos en altavoz de las demandas sociales, espejo de la actualidad, y con un compromiso firme por ofrecer la información más próxima.
No es exagerado decir que también ha sido y es una permanente escuela de periodismo y de periodistas, que desempeñamos diariamente la labor desde el compromiso con la verdad y la vocación de servir al interés general en un momento clave para el periodismo en su lucha contra la desinformación y los bulos que amenazan la democracia en pleno siglo XXI.
