Un zaragozano triunfa en Canadá asesorando a estudiantes españoles: “La calidad de vida es mucho mejor, con sueldos de 4.000 euros”

El empresario zaragozano Sergio Ballestín creó en 2018 una agencia para ayudar de manera gratuita a estudiantes de habla hispana que quieren estudiar en el extranjero.

El empresario zaragozano Sergio Ballestín, en Canadá, donde ha montado una agencia de asesoramiento a estudiantes extranjeros.
El empresario zaragozano Sergio Ballestín, en Canadá, donde ha montado una agencia de asesoramiento a estudiantes extranjeros.
S.B.

Como muchos otros estudiantes aragoneses, el zaragozano Sergio Ballestín se fue un año al extranjero para mejorar su inglés y hacer un máster. Sin embargo, él no volvió. Una idea de negocio se cruzó en su camino y casi una década después, a sus 31 años, ha conseguido sacar adelante una empresa pujante, que opera de manera internacional y con muchos visos de seguir creciendo en el futuro.

Todo nació de una crisis existencial que atravesó, como otros jóvenes de su edad, al terminar la carrera universitaria. “A los 23 años me fui a estudiar el grado de Marketing y Dirección de Empresas a Madrid y al acabar no sabía hacia dónde quería dirigir mi futuro profesional. Estaba perdido y no encontraba un sitio en el que me sintiese a gusto”, recuerda este emprendedor zaragozano, que se ha criado en la zona de Romareda, “aunque toda mi familia es de la localidad de Gistaín, donde he pasado muchas temporadas”, señala.

Para salir de esa incertidumbre se planteó salir al extranjero, estudiar un diploma en ‘Business’ y mejorar su inglés. “Como me gusta mucho la naturaleza y siempre he esquiado, escalado y practicado otros deportes de montaña, me decidí por Canadá, que tienen unos paisajes increíbles”, dice Ballestín. Además, “conocía a mucha gente que se iba a Inglaterra y no encontraba más que trabajos de camarero. Yo quería trabajar de lo mío y Canadá ofrecía ese tipo de oportunidades. Me fui con mucha ilusión” reconoce.

Sin información y con la muñeca rota

Llegó a Vancouver en enero de 2016 para comenzar su máster. Encontró alojamiento en un apartamento compartido gracias al grupo de Facebook ‘Españoles en Vancouver’. La casualidad de la vida hizo que su compañera de piso, una malagueña llamada Marta, se convirtiese poco tiempo después en su socia en la aventura laboral a la que se lanzaron junto con Carlos, otro estudiante mexicano que se encontraba también en la misma situación que ellos.

El empresario zaragozano Sergio Ballestín, en Canadá, donde ha montado una agencia de asesoramiento a estudiantes extranjeros.
El empresario zaragozano Sergio Ballestín, en Canadá, donde ha montado una agencia de asesoramiento a estudiantes extranjeros.
S.B.

Sin embargo, las primeras semanas tras su llegada no fueron fáciles. “No conocía apenas a nadie, no tenía información de nada y a los pocos días de comenzar el máster me rompí la muñeca haciendo snowboard, tuve que ir al hospital y hacer muchas gestiones por lo que me entraron dudas de si debía de volver a España”, confiesa el empresario. Finalmente decidió quedarse y se dio cuenta de la poca ayuda de la que disponen los estudiantes extranjeros de habla hispana que llegaban a Canadá en cuestiones de visados, sanidad, estudios, alojamiento y empleo. 

"Escuchar a alguien hablando español por la calle era imposible porque Canadá no era un destino habitual"

Y es que hace una década “escuchar a alguien hablando español por la calle era imposible porque Canadá no era un destino habitual de los españoles para aprender inglés”, afirma Ballestín. “A mí me faltó muchísima información. De hecho, si la hubiese tenido habría hecho las cosas de manera diferente. Fue entonces cuando vi la oportunidad de poder ayudar a la gente que estuviese en mi misma situación por la que yo había pasado”, indica.

Así, puso en marcha junto a dos socios -Marta y Carlos- una asesoría gratuita para los estudiantes de habla hispana que llegaban a Vancouver para estudiar. “Contactaban con nosotros a través de grupos de Facebook y por el boca a boca y les ofrecíamos la información básica que necesitaban”, explica. 

“Nuestra ventaja competitiva es que los 3 habíamos sido estudiantes internacionales, estábamos físicamente allí y habíamos pasado por lo mismo que estaban pasando quienes se ponían en contacto con nosotros por lo que sabíamos de lo que hablábamos y podíamos estar con ellos si tenían algún problema”, asegura el emprendedor. “Recibíamos muchísimas solicitudes de ayuda y vimos que realmente había una demanda en este sentido por lo que dimos el paso y creamos nuestra empresa en 2018: Next Goal Agency”, informa.

Asesoramiento gratuito

Desde el comienzo, “comenzamos a hablar con universidades y escuelas para contarles nuestro proyecto y enseguida nos ofrecieron ser sus representantes, por lo que nos convertimos en intermediarios entre las universidades, las escuelas de inglés y los colegios de Canadá, y los estudiantes de habla hispana que querían venir a este país unos meses a mejorar su inglés, a estudiar un máster, pasar un año académico en un colegio o buscar una oportunidad laboral”, enumera.

"Nos permite ofrecer nuestro asesoramiento de manera gratuita a los estudiantes"

Les ayudamos con todos los trámites necesarios, desde el visado, al seguro médico, el alojamiento y los estudios”, continúa el zaragozano. “Este modelo de negocio nos permitía ofrecer nuestro asesoramiento de manera gratuita a los estudiantes porque son los centros académicos los que nos pagan una comisión por cada alumno que llega a través de nosotros", explica. 

"Trabajamos con más de 500 universidades y escuelas en todo el país, lo que nos permite hacer un asesoramiento personalizado y honesto a los estudiantes y les aconsejamos un tipo de centro u otro adaptándonos al perfil del demandante y de lo que busca conseguir en Canadá”, añade Ballestín. Y es que “no es lo mismo venir para hacer un máster o aprender el inglés de cara a conseguir un empleo cualificado que querer matricularse únicamente para conseguir el visado para permanecer en el país. En función de lo que buscan, les aconsejamos las diferentes opciones que hay”, prosigue.

Duplicaron sus cifras en pandemia

En los dos primeros años de negocio, hasta la pandemia, “crecimos muy rápidamente. Pasamos de estar solo los 3 socios a tener un equipo de 25 personas operando en Vancouver y enviando estudiantes por todo Canadá”, señala el empresario. “Todos los miembros de nuestro equipo eran antiguos alumnos internacionales de habla hispana a los que habíamos asesorado cuando llegaron y que decidieron quedarse en Canadá porque sabemos que la mejor forma de poder asesorar a otros estudiantes es haber pasado por lo mismo”, insiste.

Cuando llegó la pandemia, cerraron las fronteras y dejaron de llegar estudiantes extranjeros. La empresa tuvo que parar durante 3 meses siguiendo las directrices del gobierno canadiense. Sin embargo, lejos de suponer un grave riesgo para su continuidad, esta situación supuso una nueva oportunidad de negocio. “Al no poder salir del país había mucha gente extranjera que necesitaba extender sus visados y comenzamos a llevar también ese tema. Además, las escuelas de inglés, que habían dejado de recibir estudiantes, promovían sus clases online y seguimos colaborando con ellas como intermediarios”, apunta.

El resultado, “con las fronteras cerradas, sin poder traer estudiantes y en medio de una pandemia nuestro negocio creció un 200%, es decir, duplicamos el volumen de estudiantes a los que asesoramos y que iniciaron unos estudios en Canadá”, asegura Ballestín. Tras la covid, ampliaron sus destinos y comenzaron a enviar estudiantes a Australia, Malta, Irlanda, Nueva Zelanda y Dubái. Sin embargo, “el 80% de nuestros estudiantes sigue viniendo a Canadá. Es nuestro mercado principal”, indica.

Ampliaron sus destinos a Australia, Malta, Irlanda, Nueva Zelanda y Dubái

Pasaporte canadiense

En los casi 6 años que llevan con el negocio han asesorado a unos 7.500 estudiantes de habla hispana, principalmente de España, México, Colombia y Chile. De ellos, aproximadamente unos 1.200 son españoles y alrededor del 40% de los estudiantes a los que han asesorado han acabado quedándose en el país definitivamente. Él mismo lo ha hecho. “Yo ya soy canadiense. Tengo la doble nacionalidad y mi pareja -una barcelonesa a la que conoció en el máster- también. Hicimos los trámites juntos”, afirma.

“Yo ya soy canadiense. Tengo la doble nacionalidad y mi pareja también" 

Y es que muchos de estos estudiantes, sobre todo provenientes de países latinoamericanos, ven en Canadá la oportunidad de encontrar un futuro laboral prometedor y “vienen ya con la intención de emigrar y quedarse, porque la mejor manera de conseguir la residencia es formándote aquí”, explica el empresario. El sistema de inmigración canadiense va por puntos y “estudiar y trabajar en un empleo cualificado te da muchos puntos por lo que es más fácil obtener el permiso de residencia”, añade. 

“Estudiar y trabajar en un empleo cualificado te da muchos puntos por lo que es más fácil obtener el permiso de residencia”

Los españoles no viajan con ese objetivo pero “una vez que ven lo que hay aquí se quedan porque la calidad de vida es infinitamente mejor. El sueldo medio es de 4.000 euros al mes y cualquier persona puede llevar una vida que en España solo le está permitido a la personas con un nivel adquisitivo medio-alto”, asegura el zaragozano.

Ahora están inmersos en un nuevo proyecto: ampliar el negocio a España para atraer al mercado latinoamericano y canadiense. “Ya estamos hablando con universidades españolas para ofrecerles nuestros servicios e implantar el mismo modelo de negocio. Si sale bien, vendremos más por España, que aquí se vive también muy bien”, concluye.

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