San Jorge también se vive en Madrid al son de la jota

El salón de actos de la Casa de Aragón en Madrid se ha quedado pequeño para acoger a todos los socios e invitados que no han querido perderse el pistoletazo de salida de la programación especial por San Jorge, que ha dado comienzo con el pregón de Javier Hernández, jurista, militar y exlugarteniente del Justicia.

“Venimos a celebrar que el Aragón de nuestros antepasados, el de hoy y el de mañana, se nos presenta como una seña de identidad bajo la guía de los Marcial, Servet, Cajal, pero también en el presente de los Martín Montañés y su vacuna contra la tuberculosis; de Irene Vallejo y la infinitud de sus textos hechos de juncos; o de Amaral cuando canta a sus amigos con los que otrora pasaba las horas”, ha proclamado Hernández, que se ha mostrado “muy orgulloso y agradecido” de haber sido elegido para la tarea.

Hernández, que tuvo que asumir las labores del Justicia ante la enfermedad del titular Ángel Dolado hasta su reciente relevo por Concepción Gimeno, ha señalado que su paso por la institución le ha servido para “conocer Aragón y a sus gentes”. Ha hecho mención a los problemas de los ganaderos del Pirineo y de los agricultores de Teruel, a las consecuencias de la soledad no deseada en el mundo rural o a la escuela de Caneto, que “contra toda lógica se ha visto envuelta en una batalla contra la deshumanizada administración”.

No obstante, el pregonero de las fiestas de este año ha querido dejar a un lado las inquietudes de la Comunidad para centrarse en aquello que une a los aragoneses, también a los que como él lo son “opción, más que de adopción”.

“Podemos presumir de nuestro ternasco, de la garnacha, del jamón de Teruel, de la trenza de Almudévar o del melocotón con vino. Y sabemos que si en un bar tienen Ambar, ahí hay un aragonés”, ha destacado Hernández. “Nos emocionamos juntos cuando escuchamos el 'S'ha feito de nuey' y la Magallonera, y nos abrazamos para entonar el Somos de Labordeta, entonces nos sentimos de verdad aragoneses”, ha subrayado para terminar su discurso, que ha cerrado recordando la letra del himno de la Comunidad.

Para Elena Usán, presidenta de la Casa de Aragón en Madrid, la celebración de San Jorge “es uno de los actos más importantes del año” en el centro, que ofrece actividades culturales y sociales sin interrupción en la capital del país. El programa de este año incluye jotas, chocolatada y un cuentacuentos teatralizado para los más pequeños. “Los niños son oro para esta Casa, queremos atraer al público joven”, reconocía en los momentos previos al pregón, que ha contado con la presencia del diputado nacional del PSOE por Zaragoza Víctor Ruiz.

“Es un centro muy activo, todo lo que organizan les sale bien”, comentaba Raquel Arroyo, viuda del poeta zaragozano Ángel Guinda y socia de honor de la asociación. “Venimos por San Jorge, por el Pilar..., es un buen momento para reunirte con buena gente”, sostenía.

Alicia Aranda compartía esa visión. Afincada en Madrid después de 30 años fuera de España, pero con el vínculo con Aragón todavía vivo (allí continúa su familia), celebraba la gran afluencia al acto de inicio de San Jorge en la capital. “Me gusta ver tanta gente, me mantiene en contacto con mi tierra”, apuntaba. La jornada concluía con un vino aragonés y una pincelada jotera del grupo de la Casa de Aragón en Madrid.