Por
  • Sergio Royo

Desiderata

Desiderata
Desiderata
Pixabay

Leí hace unos días la definición del título de esta columna, ‘desiderata’: conjunto de cosas que se echan de menos y se desean.

 Podría aplicarlo a la presentación y a la publicación de un libro en mi caso, un anhelo que acabará de materializarse cuando estas líneas sean publicadas –y qué extraño es siempre este negocio nuestro, dejar que el cerebro proyecte unas palabras que solo en un futuro aún desconocido serán impresas y por lo tanto cosa también de los demás–, pero podría también aplicarlo a casi todo en esta vida

Cuánto de nuestra existencia es anhelo y deseo, y cuánto de ese deseo es en realidad mutable: lo que hoy deseamos puede que mañana ya nos canse o aburra, lo desestimemos como la peor carta en una jugada que creímos maestra, cómo es posible que aquello por lo que tanto luchamos pueda ser relegado al olvido. La cantidad de matices que tiene el deseo.

Y también es misterioso que probablemente lo que más anhelemos sea el anhelo mismo, pues somos apenas nada si no estamos deseando que nos sucedan cosas. Nunca quiero perder la capacidad de anhelar. Tampoco, supongo, la de echar de menos, aunque a veces duela porque siempre estamos en mitad de ese sustantivo, ‘desiderata’, siempre echando de menos quién sabe a quién o a qué. No quiero sin embargo que estas líneas sean demasiado retorcidas: serán publicadas el día después de que una de esas mutables abstracciones que forman parte de nuestro conjunto de deseos se haya hecho realidad. Y quién sabe lo que vendrá después. Y quién sabe lo que echaremos de menos.

Sergio Royo es escritor

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión