gastronomía
Así es Camposanto, el nuevo restaurante de Zaragoza: un viaje a un pueblo mexicano el Día de Muertos
Camposanto es el nombre de un establecimiento que se abre esta semana en el centro de la capital aragonesa.
Suelo empedrado, velas junto a fotografías de difuntos, banderines de colores, centros de flores, carros… Esa estampa puede recordar las calles de un pueblo mexicano el Día de Difuntos, pero es la apariencia de un nuevo restaurante de Zaragoza. El ambiente de México no solo se encuentra en la estética, sino que también llega al plato.
Se llama Camposanto y su sala principal es una calle del poblado en penumbra, donde se disponen las diferentes mesas de madera. Guarda cada detalle, hasta gallos en los tejados de las casas. A la entrada está el mercado con varios carros repletos de productos y flores, también una cantina, que es la barra. Conforme se camina se descubren porches, tiendas y un altar que rinde homenaje a los muertos.
"En Camposanto se puede encontrar una fusión de comida mexicana, es la inspiración", cuenta Diego Marcos Campos, propietario de este restaurante de la calle de La Princesa que abre este jueves. En la carta ha colaborado Eduardo Comín, profesor de la escuela de hostelería Topi. Hay guacamoles curiosos –como el de mejillones y piparra-, que se preparan delante del cliente.
La oferta de taquería fusión es amplia y se elaboran diferentes versiones de nachos, quesadillas y enchiladas. Además, tienen protagonismo los arroces melosos, como el de carrillera y mole o el de pato y foie. A través de la propuesta gastronómica se quiere reivindicar que la comida mexicana "no pica", resalta Diego; eso sí, los amantes del picante también pueden apostar por sus salsas. Todos los platos son aptos para celiacos o se pueden adaptar fácilmente a una dieta sin gluten.
En la parte de las bebidas se han diseñado unos vasos de barro para tomar cantaritos y donde también se servirán las cervezas, adelanta Marcos. Todo ello se completará con margaritas de sabores, como de mango o de flor de la pasión.
Además de la calle principal, cuenta con varias salas más íntimas que recuerdan a casas –con una cocina recreada incluida-. La intención es que todo aquel que cruce el umbral de la puerta se pueda sumergir en la celebración del Día de Muertos, una de las mayores festividades en México. Este cuidado trabajo es obra del decorador José Luis Hens.
Tanto el espacio como la oferta gastronómica está pensada para que pueda ser disfrutada por clientes de todas las edades y perfiles, desde parejas hasta familias o grupos. Puede ser que amen la cocina mexicana o que quieran adentrarse en sus sabores por primera vez.
Camposanto es el nuevo proyecto del zaragozano Grupo Laminero. Este restaurante se emplaza donde hasta hace unos meses estuvo La Quebradora –durante 11 años, siendo el primero del grupo-, de hecho, en la carta no faltará su molcajete de choriqueso, y anteriormente Los Bestias.